ÁLVARO MACHÍN | SANTANDER..-
La ausencia de un accionista mayoritario solvente, la «falta absoluta de apoyo público» y el descenso de los ingresos por venta de jugadores. A juicio del Racing, esos son los motivos que diferencian la actual situación del club de la que ha mantenido desde que se convirtió en Sociedad Anónima Deportiva, lo que da a entender que el Racing, por sí mismo, es incapaz de generar los ingresos necesarios para estar en Primera. Es una de las conclusiones que se recogen en un informe elaborado por el club dentro de la documentación que se prepara desde que el club inició el proceso de Ley Concursal y al que ha tenido acceso este periódico. Esos conceptos habrían servido en el pasado para no caer en una crisis similar a la que se vive hoy pues «la situación económica actual tiene las mismas características de toda su historia en lo referente a pérdidas». El informe establece, además, una serie de advertencias. «El Racing necesita, desde ya, aportaciones económicas de sus accionistas para cerrar su plantilla para la próxima temporada y requerirá de ingresos complementarios a los precisos por su actividad ordinaria, de sobre 4/5 millones de euros en cada una de las próximas temporadas, para cumplir las obligaciones derivadas del Convenio de Acreedores». Más aún, hace referencia a asuntos concretos como la aparición de un grupo de profesionales de la región interesados en asumir la gestión e, incluso, a la posibilidad de que Jacobo Montalvo recupere la titularidad de las acciones que le vendió a Alí Syed. «Y esto no se soluciona -dicen- con empresarios que no ponen dinero, aunque sean cántabros, ni con la recuperación de las acciones por el anterior propietario, pues no cuenta con la solvencia económica suficiente como para hacer frente a las necesidades que tiene un equipo de la Primera».
El informe asegura que desde su transformación en Sociedad Anónima (1992), el Racing siempre ha tenido pérdidas en su gestión ordinaria. Desde esa fecha, la aportación de los accionistas se fija en casi 34 millones de euros. «Los accionistas de referencia aportaron 32.239235 euros y los pequeños accionistas 1.653056. Desde 2006, los accionistas no han aportado un solo euro», precisa el documento.
Esas crifras generales se van desgranando con los principales acontecimientos económicos de la historia reciente del club. Así, para la transformación en Sociedad Anónima Deportiva «el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander aportaron 2.671.258 euros. Además, Caja Cantabria puso 150.253 euros». «El resto, es decir, 136.430 euros, -prosigue el texto- fueron suscritos por 508 accionistas, de los que 268 suscribieron 1 acción».
En la primera ampliación de capital (año 93), el Ejecutivo suscribió algo más de 2,5 millones, en tanto que el resto de accionistas puso 399.192 euros. Tres años después, las instituciones públicas procedieron a la venta de sus títulos (que suponían el 90,32% del capital social). Por ellos obtuvieron 1.636.652 euros, por lo que el Racing establece que Gobierno y Ayuntamiento «perdieron 3.593.355 euros».
La etapa de los Díaz
Entre el año 1996 y 2005, «en el que el control accionarial del Racing lo ostenta un grupo empresarial cántabro» (hace referencia al Grupo Ascan, de los hermanos Díaz) se realizan ampliaciones de capital por importe total de casi doce millones. Casi once fueron cubiertos por los accionistas mayoritarios. En esta etapa se precisa que en el 2003 (año de la 'irrupción' de Piterman), «el Gobierno de Cantabria (a través de Cantur) adquiere acciones por importe de 1.124.087 euros».
Así se llega a un punto crucial en el devenir de los acontecimientos y al que se dedican numerosos datos en el documento elaborado en las oficinas de El Sardinero. «A finales de 2005, ante la negativa del accionista mayoritario de continuar realizando aportaciones económicas, el Gobierno de Cantabria adquiere la mayoría accionarial (53,43%) por el precio simbólico de 16 euros». En ese momento, el texto cifra la deuda que por entonces tenía el club en casi 43 millones, de los que en torno a 17,5 estaban avalados por los accionistas mayoritarios. Éstos pusieron como condición esencial que el Gobierno les liberase de sus avales. El Ejecutivo, dice el informe, «aportó al Racing 27.290.000 euros (17.540.000 euros adquiriendo la marca Racing; 6.750.000 euros mediante un Préstamo Participativo y tres millones para el pago de la condena al Racing por haber rescindido su relación con el denominado G-30 de Derechos de Televisión)».
Nada público desde 2006
Un año después se produjo el traspaso de la propiedad a Dumviro Ventures, que se hizo con el club tras pagar 16 euros al Gobierno y que posteriormente desarrolló varias acciones para solventar la delicada situación de la entidad. Otorgó al Racing un préstamo de siete millones, ejecutó una ampliación de otros 2,3 y se subrogó el crédito pendiente con Cantur formalizando una prenda sobre las acciones en favor del Gobierno.
«Desde entonces (2006/2011) el Racing no ha recibido un solo euro de dinero público (con la única excepción de la aportación para ejecutar las obras de La Albericia que se abonan a terceras partes entre Racing, Gobierno y Ayuntamiento) porque, para salvar la situación de 2005 del Racing y de sus entonces accionistas mayoritarios, se consumieron entonces las subvenciones que 'teóricamente' se iban a percibir desde 2006 a 2016», insiste el Racing. En total, 39,7 millones de euros aportada desde las arcas públicas entre 1992 y 2006, y nada (a excepción de los tres millones para La Albericia) desde entonces.
A partir de ahí se inicia el capítulo seis del informe que, bajo el título 'El futuro', ofrece un panorama oscuro para la supervivencia del Racing.
Erradicar a Alí
«El futuro, que es presente, requiere erradicar de su condición de accionista mayoritario a WGA/ Ahsan Ali Syed, por sus incumplimientos», se inicia este apartado. Insta a Jacobo Montalvo y al Gobierno a «ejercer las acciones que les otorga la ley y los contratos formalizados con WGA» y a hacerlo cuanto antes porque el paso del tiempo «sólo puede agravar el problema». «Y debe trabajarse, al mismo tiempo que para reconducir la situación accionarial, para que al Racing accedan accionistas con solvencia económica».
El informe ahonda en la imposibilidad de aumentar los ingresos (Liga, televisiones, publicidad...). «Los vinculados a taquilla y abonos no son suficientes para pagar los gastos de mantenimiento y apertura de El Sardinero las fechas de partido, con una media de ingreso por abonado y partido de menos de 15 euros». Además, asegura que los gastos de funcionamientos están «absolutamente ajustados a los precios de mercado». Por eso, deja como único capítulo en el que poder intervenir el de «los costes de los salarios y de adquisición de futbolistas, que ya han sido ajustados en la presente situación concursal».
«Si añadimos que, en el cierre del Presupuesto para la temporada 2011/2012, se ha concluido que no existe margen con los ingresos de la actividad de la Sociedad para completar las necesidades mínimas de planificación deportiva de la primera plantilla, habrá de concluirse que se requerirá de recursos complementarios a los ingresos ordinarios para cumplir el Convenio con los Acreedores, y tener una plantilla competitiva con el objetivo de continuar en Primera», afirman los dirigentes antes de recordar nuevamente que, sin inversores, no hay solvencia «para hacer frente a las necesidades que tiene un equipo».