a muchos os gustaria llegar donde ha llegado el ex-repartidor, ya lo de llamarle merengon-cule es lo ultimo que os faltaba

AUTORA:SHEREZADE HERRERO PRIETO

Pasión inexplicable,lo llaman algunos. Veremos que me cuentan los más expertos en la materia.

-Abuelo, ¿Cómo se llama ese equipo que tanto quiere? Habla mucho sobre él, pero nunca me contó su historia, tiene que ser bonita, la admiración que veo en sus ojos ahora mismo, me dice que con ella muchas veces se emocionó.

-Lloré,sufrí y reí.. Acércate pequeña, toma asiento y escucha con atención. Empezaré por su nombre, “Real no se que”, Racing para los amigos. Al menos, así se lo presenté yo a mis compañeros en la mili, Racing de Santander, para que nunca hubiera equívocos. El único equipo de la región que ha disputado en la primera división. Tú no habías nacido, pero siendo un niño me caractericé por dejar a un lado las labores en la mies, la época de siembra y la de recogida, y subirme a la rueda de un Mercedes Benz 540K que tenía el médico del pueblo, para llegar al templo – ¿Al templo? –Al campo, hija. Al campo donde muchas veces lo ví perder y también ganar. Nuestro templo,el que alberga al equipo, a su historia y a la afición.

-¿Te dejaban tus padres, siendo tan pequeño, viajar solo hasta Santander? – Para amar no necesitas permiso. Al principio, se molestaban pero luego entendieron, que las pasiones están para vivirlas y gracias al Señor Mendoza, médico y maestro del pueblo,cada tarde de fútbol se volvía mágica en mi vida. Aquel Mercedes, me unió de por vida a este Racing que es casi tan viejo como yo.

-Entonces conocerás la etapa más oscura de este viejo amigo, ¿Verdad, abuelo? A mi me suena a siglo pasado. – ¿Te refieres a los años 40 y 60, cuándo el equipo cayó a la tercera división?  – Sí,esa.  –Criatura, esa no fue la etapa más oscura del Racing, la peor, la estamos viviendo ahora. Por aquel entonces, el equipo marcaba goles, una temporada ví como marcaron 99, a ritmo de ascenso. Esa época de hambre, el bocadillo de aceite y azúcar me sabía a “gloria”, en los descansos comíamos victorias, tú estás acostumbrada a comerte las uñas. Once años seguidos en segunda división y sin perderme un partido, no me intimidaba ni la lluvia ni el sol. Yo disfruté del “equipo de los bigotes” varias jornadas sin caer derrotados y como apuesta todos los jugadores, decidieron no afeitarse hasta que no se consumara la primera. El Rayo Vallecano se encargó de ser su barbero particular y también el mío. Sí, seguí los pasos de mis amigos los “verdiblancos”, como muchos aficionados. – ¿Qué decía la abuela?  – Mo me volvió a besar, pero no me importaba, el Racing se hizo notar. Una temporada muy regular que nos hizo regresar a la División de Honor. Poco duró la alegría, descensos y ascensos continuados, pero siempre al pie del cañón, animando en todo momento y bajo cualquier situación, por muy difícil que fuera.

-¿Qué fue del Señor Mendoza?  – ¿Recuerdas El Mercedes? se aparcó para siempre y el maestro que me enseñó a sumar los puntos que iba consiguiendo el Racing, falleció la noche anterior a aquella magnífica tarde que Quique Setién nos brindó. Sí,el mismo, que años antes le hizo disfrutar de partidos, como jugador. El azar quiso que no viera aquel triunfo de regresar a primera. Parece que alguien tuvo que morir, para que otros resucitaran. Desde algún sitio lo celebró. De eso estoy seguro. Tengo que reconocerte, que alguna lágrima se me cayó,eché de menos aquel: “Chaval,estamos en primera” . La bufanda que llevaba,me la regaló él.

-Está un poco amarilla y huele a humedad. La guardas con mucho cariño.  – Es la herencia que los “viejos” como yo dejaremos a los nietos como tú.No huele a humedad,huele a fútbol. Y me hace tener a Mendoza en el mismo corazón que al Racing. La colgué en el perchero, el día que nos clasificamos para jugar la UEFA. Eso lo recuerdas “pillina”. ¡Ay “Ricachón”! exclamé mirando al cielo,esto te lo perdiste. Ese día pensé que mi equipo ya no podría hacerme más feliz. ¡Menudo regalo! De aquel bocadillo de aceite barato y un Racing de Tercera, pasamos a comer queso Francés con un Racing en París. Ahí pensé que la bufanda ya no la necesitaría. Habíamos tocado el cielo, en busca de Mendoza,y por mucho que levantara el trapo viejo, nuestra cima ya estaba alcanzada. Está ahí, de recuerdo, nunca se sabe, mañana me puede fallar la memoria como ya le sucedió al gran Nando Yosu, me dio la mano de joven y me creí el ser más importante de la tierra, los pocos momentos de lucidez,me los puede dar un harapo de lana descosida.¡Ahí se queda! Por eso, quiero que te quede clara esta historia, y si un día me la tienes que contar, cúbreme el cuello con ella,no te olvides ningún detalle.

- Y ahora ¿qué? ¡Abuelo, estamos en segunda!  – Lo sé hija mía, eso no es un problema. Para mí es lo normal. Escuchaba los partidos con mi padre, cuando conseguíamos evitar las interferencias, y su puro encendido (el médico,de vez en cuando,se portaba) con espeso humo me ponía más nervioso que las ocasiones falladas de Alsúa. Siempre lo apagaba con rabia si el Racing perdía, pero nunca dejó la remolacha abandonada, como yo. Disimulaba su sentimiento,y en sus ojos se asomaba. Me pregunto qué pensaría hoy, si hubiese conocido a un tal Alí y demás personas que tú y yo sabemos..Eso era bastante peor, que ver como tu hijo te cambiaba por el señor adinerado del pueblo, se iba a la ciudad los domingos para ver al equipo de su vida, y saber que un escudo era lo que más feliz le hacía. -Abuelo,contado así,parece que el Racing era lo único en tu vida. – Casi niña,casi..

-¿Volveremos? -Si en 99 años, lo hemos hecho tantas veces, no tengas dudas. Una más es posible. Yo me iré, y todos nos iremos. Aquí el único anciano que nunca debe morir, es el eterno. Yo espero llegar a los 100 como él, pero si no fuera así, nunca olvides, que en segunda y en tercera también se puede querer. ¡No me seas clasista! En mi familia no educamos así. Nunca tires la bufanda que te dejaré como legado, sería como tirar la toalla. Lucha, sufre y disfruta y nunca te rindas… -Abuelo, eres grande. –Claro, soy racinguista…

a muchos os gustaria llegar donde ha llegado el ex-repartidor, ya lo de llamarle merengon-cule es lo ultimo que os faltaba

Espero que las presiones políticas, surgan efecto.Al fin al cabo el Gobierno debió de denunciar meses atrás,es la única esperanza que me queda.

Parece ser que hoy es el dia....a cruzar los dedos todos!!!

Seria cojonudo que vuelvan al Consejo los responsables de que el club este arruinado y en Ley concursal, haces esta para " sanear " el club y en unos meses podrian regresar, se me habia olvidado que estamos en Spain

te recomiendo que leas el artículo de arriba (http://blogs.eldiariomontanes.es/locuradeshere/2012/04/24/cuentameabuelo/), y de paso se lo pasas al bueno de Walter, para que se os quite de la cabeza la idea de la refundación.

Mi enhorabuena para la autora.

Respecto al tema, algo raro pasa....demasiado retraso.

sino me equivoco esta chica esta en las tertulias con Walter algun Lunes que otro

AUTORA:SHEREZADE HERRERO PRIETO

Pasión inexplicable,lo llaman algunos. Veremos que me cuentan los más expertos en la materia.

-Abuelo, ¿Cómo se llama ese equipo que tanto quiere? Habla mucho sobre él, pero nunca me contó su historia, tiene que ser bonita, la admiración que veo en sus ojos ahora mismo, me dice que con ella muchas veces se emocionó.

-Lloré,sufrí y reí.. Acércate pequeña, toma asiento y escucha con atención. Empezaré por su nombre, “Real no se que”, Racing para los amigos. Al menos, así se lo presenté yo a mis compañeros en la mili, Racing de Santander, para que nunca hubiera equívocos. El único equipo de la región que ha disputado en la primera división. Tú no habías nacido, pero siendo un niño me caractericé por dejar a un lado las labores en la mies, la época de siembra y la de recogida, y subirme a la rueda de un Mercedes Benz 540K que tenía el médico del pueblo, para llegar al templo – ¿Al templo? –Al campo, hija. Al campo donde muchas veces lo ví perder y también ganar. Nuestro templo,el que alberga al equipo, a su historia y a la afición.

-¿Te dejaban tus padres, siendo tan pequeño, viajar solo hasta Santander? – Para amar no necesitas permiso. Al principio, se molestaban pero luego entendieron, que las pasiones están para vivirlas y gracias al Señor Mendoza, médico y maestro del pueblo,cada tarde de fútbol se volvía mágica en mi vida. Aquel Mercedes, me unió de por vida a este Racing que es casi tan viejo como yo.

-Entonces conocerás la etapa más oscura de este viejo amigo, ¿Verdad, abuelo? A mi me suena a siglo pasado. – ¿Te refieres a los años 40 y 60, cuándo el equipo cayó a la tercera división?  – Sí,esa.  –Criatura, esa no fue la etapa más oscura del Racing, la peor, la estamos viviendo ahora. Por aquel entonces, el equipo marcaba goles, una temporada ví como marcaron 99, a ritmo de ascenso. Esa época de hambre, el bocadillo de aceite y azúcar me sabía a “gloria”, en los descansos comíamos victorias, tú estás acostumbrada a comerte las uñas. Once años seguidos en segunda división y sin perderme un partido, no me intimidaba ni la lluvia ni el sol. Yo disfruté del “equipo de los bigotes” varias jornadas sin caer derrotados y como apuesta todos los jugadores, decidieron no afeitarse hasta que no se consumara la primera. El Rayo Vallecano se encargó de ser su barbero particular y también el mío. Sí, seguí los pasos de mis amigos los “verdiblancos”, como muchos aficionados. – ¿Qué decía la abuela?  – Mo me volvió a besar, pero no me importaba, el Racing se hizo notar. Una temporada muy regular que nos hizo regresar a la División de Honor. Poco duró la alegría, descensos y ascensos continuados, pero siempre al pie del cañón, animando en todo momento y bajo cualquier situación, por muy difícil que fuera.

-¿Qué fue del Señor Mendoza?  – ¿Recuerdas El Mercedes? se aparcó para siempre y el maestro que me enseñó a sumar los puntos que iba consiguiendo el Racing, falleció la noche anterior a aquella magnífica tarde que Quique Setién nos brindó. Sí,el mismo, que años antes le hizo disfrutar de partidos, como jugador. El azar quiso que no viera aquel triunfo de regresar a primera. Parece que alguien tuvo que morir, para que otros resucitaran. Desde algún sitio lo celebró. De eso estoy seguro. Tengo que reconocerte, que alguna lágrima se me cayó,eché de menos aquel: “Chaval,estamos en primera” . La bufanda que llevaba,me la regaló él.

-Está un poco amarilla y huele a humedad. La guardas con mucho cariño.  – Es la herencia que los “viejos” como yo dejaremos a los nietos como tú.No huele a humedad,huele a fútbol. Y me hace tener a Mendoza en el mismo corazón que al Racing. La colgué en el perchero, el día que nos clasificamos para jugar la UEFA. Eso lo recuerdas “pillina”. ¡Ay “Ricachón”! exclamé mirando al cielo,esto te lo perdiste. Ese día pensé que mi equipo ya no podría hacerme más feliz. ¡Menudo regalo! De aquel bocadillo de aceite barato y un Racing de Tercera, pasamos a comer queso Francés con un Racing en París. Ahí pensé que la bufanda ya no la necesitaría. Habíamos tocado el cielo, en busca de Mendoza,y por mucho que levantara el trapo viejo, nuestra cima ya estaba alcanzada. Está ahí, de recuerdo, nunca se sabe, mañana me puede fallar la memoria como ya le sucedió al gran Nando Yosu, me dio la mano de joven y me creí el ser más importante de la tierra, los pocos momentos de lucidez,me los puede dar un harapo de lana descosida.¡Ahí se queda! Por eso, quiero que te quede clara esta historia, y si un día me la tienes que contar, cúbreme el cuello con ella,no te olvides ningún detalle.

- Y ahora ¿qué? ¡Abuelo, estamos en segunda!  – Lo sé hija mía, eso no es un problema. Para mí es lo normal. Escuchaba los partidos con mi padre, cuando conseguíamos evitar las interferencias, y su puro encendido (el médico,de vez en cuando,se portaba) con espeso humo me ponía más nervioso que las ocasiones falladas de Alsúa. Siempre lo apagaba con rabia si el Racing perdía, pero nunca dejó la remolacha abandonada, como yo. Disimulaba su sentimiento,y en sus ojos se asomaba. Me pregunto qué pensaría hoy, si hubiese conocido a un tal Alí y demás personas que tú y yo sabemos..Eso era bastante peor, que ver como tu hijo te cambiaba por el señor adinerado del pueblo, se iba a la ciudad los domingos para ver al equipo de su vida, y saber que un escudo era lo que más feliz le hacía. -Abuelo,contado así,parece que el Racing era lo único en tu vida. – Casi niña,casi..

-¿Volveremos? -Si en 99 años, lo hemos hecho tantas veces, no tengas dudas. Una más es posible. Yo me iré, y todos nos iremos. Aquí el único anciano que nunca debe morir, es el eterno. Yo espero llegar a los 100 como él, pero si no fuera así, nunca olvides, que en segunda y en tercera también se puede querer. ¡No me seas clasista! En mi familia no educamos así. Nunca tires la bufanda que te dejaré como legado, sería como tirar la toalla. Lucha, sufre y disfruta y nunca te rindas… -Abuelo, eres grande. –Claro, soy racinguista…

sino me equivoco esta chica esta en las tertulias con Walter algun Lunes que otro

no te equivocas nooo jaja aparte de su belleza jeje escribe muy buenos artuculos y no suele coincidir con walter en muchas ocasiones

Espero que las presiones políticas, surgan efecto.Al fin al cabo el Gobierno debió de denunciar meses atrás,es la única esperanza que me queda.