Mientras la secretaría técnica del Racing busca refuerzos para la delantera, los actuales dirigentes del club y el Gobierno de Cantabria persiguen fichajes de otro tipo. Se buscan inversores capaces de hacerse cargo de la entidad y que ofrezcan garantías de solvencia en el futuro. El problema sigue siendo la situación jurídica en cuanto a la propiedad. Alí Syed sigue figurando en el registro de accionistas como propietario de más del 99% de los títulos y es, además, miembro del consejo de administración. Jacobo Montalvo, anterior propietario, solicitó al secretario del consejo que cambiara el registro para volver a poner las acciones a su nombre ante los impagos, pero se desestimó su petición. Le queda, por tanto, la vía jurídica para reclamar lo que entiende que es suyo. Y en el horizonte, la fecha del 19 de agosto. Ese día termina el plazo en el Juzgado para que los acreedores presenten sus deudas. Con ese listado, los administradores determinarán la cuantía real de lo que el club debe y sabrán si ese dato difiere mucho de lo que presentó el club para acogerse al proceso concursal. De ahí saldrá un informe más que interesante para cualquiera que esté interesado en hacerse con el poder.
Cada parte tiene sus propios deberes esta semana. Hay dos presuntas vías abiertas con grupos extranjeros (eso ya se dijo desde el club antes de acogerse al concurso de acreedores). La entrada en el proceso concursal ha servido para ganar tiempo de cara a llevar cualquier negociación. Nadie quiere forzar las cosas. De hecho, entienden que eso, precisamente, fue uno de los motivos de la llegada de Alí a Cantabria. La apuesta del actual Gobierno de Cantabria va en este sentido. Miguel Cabetas es el hombre elegido por Nacho Diego y su idea es firme. Nuevos inversores y contratos con garantías firmes, más claras y efectivas que las que se firmaron en Zúrich. Eso y solvencia económica que respalde los proyectos para una continuidad a largo plazo. El primer paso fue instar al club a acogerse a la Ley Concursal. Ahora, estudiar los diferentes proyectos y conocer a los interesados.
Reclamación
En paralelo, Jacobo Montalvo mantiene firme su reclamación de recuperar las acciones vendidas, pero no pagadas. Entiende que todo proceso de venta debe pasar por él si recupera los títulos. Esta semana se dedicará a reforzar su posición jurídica y está a la espera de conocer el resultado de sus últimas gestiones.
Tanto a la puerta del Gobierno como a la de Montalvo han llamado un grupo de emprendedores cántabros para hablarles de un proyecto de gestión. Sin embargo, a día de hoy, no cuentan con un respaldo económico demostrable y el Ejecutivo entiende que ese es un requisito fundamental para subirse a la lista de 'aspirantes'. Se buscan inversores, no gestores. Fuentes del Gobierno han negado haberse reunido con ellos y contar con el apoyo institucional es indispensable para que el proyecto tenga cierta base sólida.
El desalojo de Alí
Para unos y otros, el gran problema -al margen de encontrar a alguien que quiera invertir- es desatascar el entramado jurídico en torno a la propiedad. Y es que, a día de hoy, nadie sabe decir a quién tendrían que pagar unos futuros propietarios para comprar el Racing. Por eso, el primer asunto en la agenda de todas las partes es 'desalojar' a Alí de un puesto al que accedió poniendo 4,8 millones de euros que tendrá intención de recuperar.
La situación personal del empresario indio es ahora extremadamente complicada y el Racing no parece ser su preocupación principal. Acosado por las denuncias que llegan desde Australia y Nueva Zelanda, con su imagen deteriorada sin remedio y, aparentemente, sin posibilidades económicas tras el bloqueo de sus cuentas bancarias. Las investigaciones de sus movimientos en India dan a entender que alguien le ha fallado para completar su desembarco en el fútbol español. Sin embargo, cada movimiento debe ser estudiado al milímetro para no ofrecer una vía jurídica que permita a Syed colocar a las partes que trabajan en el proceso del Racing contra las cuerdas.
De entrada, sólo hace un par de semanas su imagen ha sido retirada del logo de la web oficial del club, en la que aparecía junto a Francisco Pernía. Ahora es Héctor Cúper el que ocupa su puesto en una esquina de la pantalla de inicio. Esta misma semana está previsto retirar la publicidad de su empresa, la WGA, de los Campos de Sport de El Sardinero. Cuestiones, en este caso, de imagen, mucho más fáciles de solventar que las jurídicas.
Porque será imposible cerrar cualquier operación con nuevos inversores sin aclarar antes la presencia del anterior. Y también será poco probable que se lleve a cabo cualquier intento hasta que no se conozca la lista real de acreedores y el informe de los administradores judiciales. Ellos también tienen trabajo esta semana.