Un grupo controlado desde Venezuela con ramificaciones en Brasil y Estados Unidos es, a día de hoy, el mejor colocado en las negociaciones para hacerse cargo del Racing. Hace menos de un mes visitaron Santander, donde pasaron varios días y mantuvieron reuniones con las partes implicadas en el proceso. Se trata de un conglomerado de empresas de diferentes ámbitos, entre los que destaca su actividad ligada al deporte. Además, de los tres grupos que han mostrado interés por el club cántabro, es el único que ha mantenido un encuentro directo con el Gobierno de Cantabria.
En la memoria explicativa presentada por el Racing ante el Juzgado de lo Mercantil de Santander para solicitar el concurso de acreedores se habla de un «Grupo de inversión de origen brasileño, representado por José Dirceu (empresario y expolítico) y Aurelio Almeida (propietario y presidente de Gremio Maringa)». Sin embargo, según ha podido saber este periódico, los interlocutores del grupo proceden de Venezuela y pertenecen a una importante familia del país. Así, ni Dirceu (muy conocido en su país por una carrera política en la que se le acusó de un presunto delito de corrupción), ni Almeida (un peculiar presidente de club que ha trabajado durante años en la gestión de derechos de futbolistas y en fichajes) han participado en unas negociaciones que se remontan meses atrás y que vivieron su punto álgido a mediados del pasado julio, cuando una delegación visitó la capital cántabra durante varios días.
Este grupo contaría con un patrimonio suficiente para una operación de esta envergadura y, de hecho, están familiarizados con las empresas deportivas (fútbol en Venezuela y Brasil, fútbol americano en los Estados Unidos y otros deportes), además de contar con negocios financieros e inversiones en otras ramas. El Gobierno de Cantabria ya ha indicado en más de una ocasión que la solvencia es un requisito básico e ineludible, pero también las garantías de permanencia, gestión y futuro del club de forma viable. En este sentido, el perfil de este grupo se ajusta a las condiciones, ya que nadie quiere otro Alí ni un millonario 'caprichoso' con grandes despilfarros puntuales, pero cuya permanencia en el tiempo no esté garantizada y, por tanto, tampoco la de la institución.
Muchas compañías sudamericanas entienden que la actual situación de crisis en España les abre una vía de acceso al mercado nacional y, con él, también al europeo. Un intento de trasladar su modelo de gestión a un precio más razonable del que tenían que pagar años atrás por adquirir empresas españolas. Esa podría ser una de sus motivaciones para llegar al Racing.
Los otros grupos
Los venezolanos son los mejor colocados por ahora (porque han avanzado más en los contactos), pero ninguna opción está descartada. De hecho, las dificultades para llevar a cabo la operación con el entramado jurídico y económico del club cántabro colocan a todos con sus opciones intactas.
El segundo grupo se asocia a la empresa LCF Capital Partners, creada en España en enero de 2010 (tiene sede en Madrid) como filial de una compañía norteamericana. Expertos en negocios financieros, búsqueda de inversores y en la adquisición y asesoramiento de empresas, su especialidad es la de conducir los procesos de entrada en los mercados bursátiles (en concreto, en la Bolsa de Frankfurt). Sin embargo, y por aquello de un concepto similar en el planteamiento al que en su día se ofreció de la WGA de Alí Syed (su página web hablaba de asuntos similares), esta compañía no presta dinero a sus clientes, sino que les ayuda a encontrarlo. Según indica la propia empresa en su publicidad institucional, ha participado en operaciones tales como la Oferta Pública Inicial (IPO) de 'Móstoles Game PLC' o 'Grupo Acerosa PLC', entre otras. Además, son miembros de la Asociación Española de Asesores Financieros y Tributarios. Llama la atención en este caso que la empresa tiene una relación empresarial con el bufete de abogados Cuatrecasas (son sus consultores legales en España), la misma empresa que lleva desde hace unos meses los asuntos de Jacobo Montalvo.
«Representa a un grupo inversor anglosajón vinculado a los actuales propietarios del Liverpool», se dice en la memoria que el Racing presentó a la magistrada de lo mercantil sobre esta alternativa. En ese documento se especifica que su interlocutor es Walter Castillo. Se trata, según ha podido saber El Diario, de un americano y exjugador de baloncesto, que también ha visitado Santander para conocer de primera mano la situación actual del Racing de cara a una posible venta.
Por último, los rusos del grupo Evraz (entre sus accionistas está Abramovich), que presumen en su página web de contar con compañías subsidiarias en 19 usos horarios distintos del planeta y realizar envíos anuales de trenes con 45 millones de toneladas de materias primas y productos de acero. Desde Siberia han expandido su negocio por media Europa, Sudáfrica y Norteamérica. En España están representados por Javier Daucik, que ha sido el encargado de contactar con el Racing. Se trata de un experto ejecutivo que, además, es hijo de Fernando Daucik, exentrenador de origen eslovaco del Barcelona y Athletic de Bilbao, entre otros equipos de la liga española (dirigió a nueve en total).
Su hijo también jugó al fútbol durante años, aunque se decantó por el mundo de los negocios. De hecho, empezó a dejar el deporte de lado cuando se marchó a Londres para trabajar con una compañía petrolífera. «He ganado más dinero vendiendo petróleo que jugando al fútbol», confesaba cuando tenía únicamente 22 años en una entrevista. Conoce a la perfección el fútbol español, al Racing y también Santander aunque, en este caso, los contactos del grupo que representa han sido, por ahora, los más distantes.
Los tres grupos -todos con vínculos directos o indirectos con el fútbol- cuentan con la documentación relativa al Racing (con los datos que se enviaron al juzgado y que incluyen, entre otros, la lista de acreedores y la de bienes) y mantienen contacto habitual con las oficinas verdiblancas de El Sardinero. Este extremo no es nuevo. El presidente Francisco Pernía ya dijo antes de la entrada en el proceso concursal que se negociaba con varios grupos extranjeros y que se enviaban los datos que le requerían para conocer a fondo la situación del Racing.
«Muy difícil»
Ayer Pernía no quiso pronunciarse sobre el estado de las negociaciones ni ofrecer datos sobre los grupos, pero aseguró que, en cualquier caso, será un proceso «muy difícil». Las noticias que a diario aparecen en los medios sobre el estado de incertidumbre de la entidad despiertan las dudas en los posibles compradores. «Es absolutamente necesario que haya un empresario en el Racing», dijo únicamente el actual presidente.
La dificultad reside, lógicamente, en la falta de claridad respecto a la situación jurídica del Racing. Los que tratan de 'vender' hoy en día el club -Pernía y el Gobierno de Cantabria- no son propietarios del Racing, una posición que ocupa aún en el registro de accionistas Alí Syed (con el 99,89% de los títulos), con puesto en el Consejo de Administración pendiente sólo de inscripción en el Registro Mercantil.
A esa posición aspira Jacobo Montalvo, que hace dos semanas solicitó ante un juzgado de Madrid medidas cautelares para que el empresario indio no pueda llevar a cabo ningún movimiento con sus acciones hasta que se aclare la situación. Son escenarios que deben resolverse antes de ejecutar cualquier operación de venta. De un lado, el 'desalojo' de Syed por sus impagos a unos y a otros y, de otro, la posición real del anterior propietario, que entiende que debe recuperar las acciones que vendió y, por tanto, participar en cualquier proceso de venta futuro.
La última semana todas las partes esperaban contar con novedades. Sin embargo, no hay aún respuesta para las medidas cautelares de Montalvo (que ha hablado estos días con el Gobierno) ni se han detectado movimientos por parte de Ashan Alí Syed más allá de las últimas declaraciones públicas de las que se hizo eco El Diario: «¿Quién conocía al Racing antes de comprarlo yo?».