Será muchos más, pero a día de hoy el Racing asegura que se han ofrecido 42 entrenadores a la entidad para sustituir a Marcelino nada más anunciar el asturiano su marcha. Pese a la situación esperpéntica del club, a pesar del vacío de poder y de los impagos e incumplimientos reiterados de su propietario, el Racing no deja de ser un equipo de Primera División y su atractivo no deja indiferentes a los entrenadores que buscan trabajo, a los futbolistas que buscan cambiar de aires y a los intrépidos representantes. 42, ni uno más ni uno menos, son los nombres de los técnicos que se han ofrecido a día de hoy a l entidad santanderina. De todos los colores, entrenadores de Primera que han roto con sus equipos, entrenadores que estaban en paro, técnicos de Segunda con proyección y perfectos desconocidos buscando una oportunidad. No ha dado tiempo a que Pernía, ya que a Alí no se le va ni a preguntar por su opinión, valore los nombres. Juanjo González, director deportivo, baraja la lista de la que saldrá el responsable del banquillo cántabro, aunque para negociar con él aun no saben de lo que se dispone. En esa lista figura el nombre de Martín Lasarte. El uruguayo rescindió su contrato con la Real Sociedad y se encuentra libre, una de las razones por los cuáles puede ser atractivo para el Racing. Al club le gusta su perfil, aunque ni siquiera han hablado con él. Tan sólo saben que su entorno ha sondeado a la entidad santanderina. Otros dos nombres que se han vinculado a los verdiblancos son los de Manolo Jiménez y Michel. El primero de ellos lleva ha entrenado al AEK de Atenas y el segundo, que no es la primera vez que aparece su nombre en una lista de futuribles, puede estar lejos del alcance de la mano del Racing.
Todos los entrenadores que se han quedado en el paro en la actualidad, como Lotina o Lillo, en mayor o menor medida, sonarán en la órbita del banquillo racinguista ya que no deja de ser un 'dulce' que todos quieren saborear. Pernía, fiel a sus principios y a su manual de estilo, y, además, obligado por la economía de guerra con la que contará la entidad la temporada que viene, apostará, a buen seguro, salvo sorpresa, por un entrenador con proyección de Segunda, con ganas de demostrar y con 'hambre'. Así apareció Portugal, Muñiz o Mandiá. Salvó en el caso del gallego, los otros dos cumplieron. En cualquier caso, lo que sí va en contra del club es el tiempo.