Después de presenciar el partido ante el Atleti en el palco se reunió nuevamente por la mañana con Jacobo Montalvo, anterior propietario del club. En el encuentro volvió a mostrar sus dudas por el número de acciones adquiridas y algunos de los compromisos alcanzados. Casi cuatro meses después de haber firmado, insistió en que necesitaba traducir parte de los documentos y analizarlos antes de pagar. Alí se agarra a cualquier duda para justificar sus retrasos. La más sólida, una posible 'intromisión' de los antiguos socios de Montalvo en Silver Eagle, los mismos que retrasaron la firma de la venta en su día y cuyo nombre ha vuelto a salir en las conversaciones. Se crearán unas garantías para que el empresario indio no se vea afectado por sus presuntas demandas en ningún caso. El aviso de los cuatro exempleados le ha venido al empresario indio como anillo al dedo. Otro motivo para retrasarse. En todo caso, el empresario rebajó ayer su tono de reproche respecto a la noche anterior. Dijo que está dispuesto a pagar. De hecho recalcó que lo tenía todo previsto, pero que fueron sus asesores los que frenaron los pagos. Un pretexto achacable, a tenor de sus argumentos, a los acuerdos con Montalvo y Dumviro, pero con difícil acomodo para no hacer frente a los compromisos con Hacienda, el Gobierno, los jugadores...
El encuentro con Montalvo duró algo más de una hora y se llevó a cabo en las instalaciones de El Sardinero. La intención de Alí era la de seguir hablando tras el partido ante el Atlético, ya de noche, pero el anterior propietario prefirió aprovechar las horas posteriores para felicitar a los empleados del Racing por la permanencia y celebrar el éxito deportivo.
Ya por la mañana, Alí volvió a insistir en el número de acciones. No tenía claro si le habían vendido algo más de un ochenta o la práctica totalidad (99,81). Los abogados de Montalvo le explicaron que, con la conversión de créditos en capital social aprobada en diciembre, la cifra era la segunda. Aspectos que parece extraño que generen dudas casi cuatro meses después de firmar un contrato. Además, volvió a poner sobre la mesa las amenazas recibidas por parte de antiguos ejecutivos de Silver Eagle en torno a su intención de revertir el proceso de venta. Javier Albadalejo, Santiago González, Víctor Cervera y José Serrano -cuyos nombres ya aparecieron a finales de enero- eran ejecutivos de la empresa de la familia Montalvo que quebró en su día. Su salida de la firma se negoció en base a algunas condiciones en las que, según sus datos, se incluían derechos sobre las acciones del Racing. Montalvo insiste en que los títulos son cosa de Dumviro, la empresa creada posteriormente, y que, en cualquier caso, se trata de un asunto privado que nada tiene que ver con la negociación. Pero Alí ya tiene un motivo más para ganar tiempo, aunque su crédito personal haya quedado más que tocado.
Pernía y la ampliación
Después le llegó el turno a Francisco Pernía, con muchos temas sobre los que hablar con Alí. Sin embargo, el empresario tenía ya prisa para coger su avión y hubo que centrarse en lo que ahora se considera propietario. Y es que la ampliación de capital es un proceso irreversible desde su puesta en marcha ayer. Alí ya ha puesto directamente en las arcas del club 1,8 millones de euros. Ese dinero se convertirá en inversión para cubrir parte del proceso. Pero aún restan otros dos millones. Alí volvió a pedir tiempo y se comprometió a revisar la fórmula para acometer los pagos. De hecho, quedó pendiente una conversación telefónica tras el partido ante el Sporting y una visita a Santander durante la semana previa al choque frente al Athletic.
A nadie se le escapa -y así se lo hicieron saber- que la mejor fómula para 'cubrir' los 3,8 millones de la ampliación pasan porque el empresario pague definitivamente el dinero que se les adeuda a los jugadores del pasado año. Sería 'matar dos pájaros de un tiro'. Un gesto hacia una plantilla que ya no confía en él y un problema menos en la agenda del club.
Con quién Alí no se ha reunido es con el Gobierno de Cantabria. El empresario ya sabe que el aval de Credit Suisse está ejecutado, pero tiene 30 días para reponerlo. En la agenda de su visita no figuraba encontrarse con el Ejecutivo más allá de un cruce de palabras con Ángel Agudo en el palco de El Sardinero. Tampoco parece, además, que en el agenda de los políticos encajara un encuentro. Su prioridad ahora es la campaña electoral.