Onur Arslan, el administrador judicial holandés de la empresa WGA, que tiene plenos poderes sobre el Racing, llega hoy a Santander con una idea muy clara: intentar una transición pacífica y ordenada en el club en la junta general de accionistas que se celebra mañana, viernes. No quiere más ruido, pero también es consciente de la renuencia de la actual dirección, encabezada por Ángel Lavín, a ceder el poder sin presentar batalla.
Por eso, viene pertrechado de la documentación que le acredita el control del club, aunque su entorno tampoco infravalora los movimientos estratégico-jurídicos que el despacho de Manuel Broseta, con funciones de secretario del Consejo de Administración, pueda ejecutar de manera inopinada.
Arslan no estará sólo. El bufette de abogados que lo encontró en Amsterdam, dirigido por José Gabriel Sáinz de la Maza, arropará al administrador holandés durante su estancia en Santander. Según ha podido saber este periódico, Arslan llegará a media mañana al aeropuerto de Parayas. Después, a lo largo del día, comenzará una sesión maratoniana con los letrados Sáinz de la Maza e Ignacio Arroyo Martínez para planificar la táctica que desplegará el holandés en la cumbre racinguista.
Onur Arslan es perfecto conocedor del escenario que se encontrará mañana en la junta general. Arroyo Martínez y Sáinz de la Maza le ofrecieron amplia información del club tras localizarlo en Amsterdam y entrevistarse con él en la ciudad holandesa a mediados de mes. Tan decisivo fue aquel encuentro que precipitó días después la salida del empresario indio Alí Syed, el anterior propietario hasta WGA, que perdió el control de la sociedad deportiva. Sabedor de los enredos judiciales, de las reticencias del equipo directivo que nombró Syed, el administrador judicial tratará a lo largo del día de hoy de afianzar su autoridad sobre el club, una tarea para la que cuenta con la colaboración del despacho de abogados de Santander. Eso supone analizar todos los flecos y también, como si de una partida de ajedrez se tratase, adelantarse a las jugadas de sus rivales para evitar un jaque mate.
El escenario ideal -el cambio tranquilo en la dirección del club para dar paso a una nueva era- no existe, según las cábalas que hace el entorno del holandés. El administrador judicial de WGA tratará de buscar un consenso con el presidente del club, Ángel Lavín, y su equipo para atemperar la situación. Pero todas las previsiones -mañana se verá si acertadas o no- apuntan a la resistencia, más o menos numantina, del círculo que ampara a Lavín a soltar las riendas del Racing.
En Derecho todo es discutible, y no se descarta que el abogado valenciano Manuel Broseta, experto en Derecho Mercantil, se saque de la manga una carta jurídica para cuestionar la representatividad de Onur Arslan en la sociedad deportiva. De momento, Lavín, cuya primera intención tras el órdago de los jugadores al negarse a jugar hoy contra la Real Sociedad si no se iba, fue ponerse de lado y viajar a Brasil, parece que presidirá la junta de accionistas. Tras la rebelión de los jugadores, sólo esbozó que no sería él quien dificultará la transición. Pero ayer se mantuvo en silencio. Tanto él como su entorno actúan con máxima cautela y no desvelan sus posiciones en la junta de accionistas.