Más capital extranjero y más millones que desembarcan en el fútbol español. Después del Málaga, es el Racing de Santander el que pasará a manos de otro multimillonario asiático. En esta ocasión se trata de un hindú: Ahsan Alí Syed, que asumirá toda la deuda del club (unos 20 millones), incluido el préstamo de 7 millones del gobierno cántabro; comprará el paquete mayoritario de acciones a los actuales propietarios, la empresa Dumviro Ventures que posee el 80,39% de los títulos (más o menos 2 millones de euros) y acudirá a la ampliación de capital del club. En total, el capricho le va a costar unos 50 millones de euros y nada más llegar soltará dos millones a Hacienda para reducir la deuda aplazada con la Agencia Tributaria, además de lo que le cuesten los fichajes con los que reforzará la plantilla. La llegada de los nuevos inversores no variará la composición del actual equipo gestor.
Ahsan Alí Syed es un joven empresario (36 años), fundador y presidente de Western Gulf Advisory (WGA), empresa creada en 2008 con sede en Bahrein y actividades por todo el mundo: petróleo, rescate de empresas en dificultades, inversiones, tecnologías La compra del Racing la hará a través de una de las patas de la empresa matriz que se dedica al deporte y tiene sede en Holanda: WGA Sports Holding, B.V. La del Racing será su primera aventura en el mundo del fútbol, pero no la primera vez que lo intenta. En el verano de 2010 estuvo a un paso de pagar 350 millones por elBlackburn Rovers y aseguró que era para satisfacción personal, un capricho. Todo se fue al traste por una investigación de la BBC que desvelaba deudas del magnate en el Reino Unido, incluida una multa de un tribunal.
El Racing ha realizado un casting secreto hasta llegar a Ahsan Alí Syed. Hace más de tres meses contactó con un importante banco de inversiones para que le buscase posibles compradores que acudiesen a la ampliación de capital del club. El presidente Francisco Pernía se reunió hasta con una decena de potenciales inversores, pero tal y como ha reconocido la mayoría sólo quería cotillear. Hasta que le presentaron al millonario indio. Pernía es un apasionado del automovilismo, igual que Alí Syed. La semana pasada estuvo cuatro días en Qatar en la que era la tercera entrevista cara a cara con Mister Alí y su gente. Lo dejó todo más o menos cerrado y escucho pequeños antojos del comprador como conocer lugares para construirse una casa o la capacidad de los hangares del aeropuerto para llevar su avión privado. La aprobación del Gobierno cántabro, prestatario de 7 millones de euros al club, que ha investigado y estudiado el proyecto del futuro propietario, es el último paso para confirmar la venta. Abogados de ambas partes han estudiado a conciencia las cifras de la operación. Fuentes de la negociación aseguran a Sportyou que el acuerdo se cerrará antes del 31 de enero; posiblemente la semana que viene.
En una nota de prensa emitida por su oficina al hacerse pública su intención de adquirir el Racing, Ahsan Alí Syed afirma que para él el deporte siempre ha representado una gran oportunidad para invertir recursos, especialmente al ser capaz de combinar la pasión y la emoción. En todo caso, el fútbol representa para mí mucho más que una inversión, dado que se trata de mi pasión personal. Ser el propietario de un club de fútbol y poder ver retransmisiones y asistir a los partidos de mi propio equipo ha sido mi sueño de siempre. El empresario señala que el Racing encaja en su estrategia de inversión porque ve un gran potencial en el deporte y en el fútbol en particular. Capricho o no, en Santander ilusiona la llegada del empresario. El ejemplo del Málaga y sus fichajes motiva, aunque algunos recuerdan, pese a que ni las personas ni la situación parecen comparables, la pesadilla vivida con Dimitri Piterman cuando llegó al club en 2003. El dueño-entrenador ucraniano, desaparecido de nuestro país, aún posee el 1% de las acciones del club. En el Racing observan con normalidad la llegada de un inversor extranjero debido a la crisis financiera que atraviesa España y creen que el suyo no será un caso aislado; al contrario, creen que se trata de una tendencia propiciada por el reparto del dinero televisivo, que a su juicio beneficia a unos pocos clubes.