ParaManolo Preciado (El Astillero, 1957) el futuro sólo tiene sentido enuna dirección. Al menos, para que el lunes sea igual que los de losúltimos cinco años. Debe ganar si quiere seguir entrenando al Sporting.La paradoja está en el escenario. Será Santander y su Sardinero la salaque dicte sentencia. «Soy racinguista, como todos saben, pero si hay unpartido en toda mi vida que quiero ganar es éste». No habrá lunes sinvictoria.
-Los Reyes Magos le han traído una semana de margen...
-Puessí, es una buena expresión para definirlo. Parecía que había llegado elfin y el presidente me llamó para decirme que seguía, no sé si unasemana, dos o un año entero. Yo sigo trabajando en el Sporting y aquíestoy encantado de la vida.
-¿Cómo se vive por dentro una situación de este tipo?
-Losque vivimos en este mundo, ya estamos acostumbrados. Pero para mí esatípico porque llevo aquí cinco años y hay una implicación especial. Siesto me hubiera sucedido en otro sitio, hubieran cambiado de entrenadorhace tiempo. Pero han sido unos años muy fructíferos. Han pasado muchascosas, deportivamente y hasta en la parcela económica, en la que elclub se ha estabilizado después de tiempos difíciles. Por eso, ellos selo piensan, aunque yo les haya dicho que tienen que valorar únicamentelos aspectos deportivos y la situación para saber si les interesa quesiga. Y tengo claro que si algún día me marcho de aquí, será conagradecimiento. Eso sí, voy a pelear hasta el final y a ganar enSantander, que es lo que toca. Por supuesto. Pero, pase lo que pase,nadie va a conseguir borrar mi paso por el Sporting.
-¿Al terminar el partido frente al Málaga esperaba seguir?
-Bueno,tenía mis dudas. Fue un partido malo en el que empezamos ganando ydespués cometimos errores groseros contra un equipo de nuestra liga.Cuando pasa algo así, piensas que el club tomará una decisión. Y máscuando, al día siguiente, ves los medios y lees titulares de'destitución' que te ponen ya en la calle. Pero no fue así. Elpresidente me llamó el martes, me transmitió su cariño y su apuesta pormí y aquí estoy.
-Se ha escrito que Preciado sigue en el cargo porque Marcelino no aceptó el puesto. ¿Cómo lo encaja y qué piensa al respecto?
-Yo,de lo que se escribe, me creo una milésima parte. A Marcelino GarcíaToral le habrán preguntado por la situación, pero yo hace tres meses lehe oído decir que no entrenaba al Sporting. Que el club lo hayaintentado es otra cuestión, pero eso se lo he oído yo igual que todo elmundo. Y lo de Mendilíbar, que también se ha dicho, es una patraña yuna mentira. Es amigo mío y me ha dicho que nadie le ha llamado a él nia su representante. El que ponga portadas de ese tipo me imagino que sehabrá llevado un chasco, pero eso no es problema mío. Yo entiendo queel club sondee el mercado ante una situación como ésta, pero hoy estoyen el Sporting y, si ganamos, seguiré. Con lo cual, lo que me preocupaahora mismo es otra cosa...
-Y, casualidad, se la juega en El Sardinero...
-Estosí que es cojonudo. Pero, sinceramente, prefiero que sea en Santanderque en el Nou Camp, aunque no deja de tener connotaciones. Vuelvo acasa y me juego el cuello. Hay un equipo que se la juega más que otro ylo tenemos que demostrar desde el sábado en el Hotel Real. Yo soyracinguista, como todos saben, pero si hay un partido en toda mi vidaque quiero ganar es éste.
-A El Diario Montañés han llegado cartas desde Asturias diciendo que el Racing le debe 'un favor' al Sporting...
-Queva. Eso es absurdo. Pensarlo o plantearlo no tiene sentido. Estamos enla primera vuelta y quién sabe al final quién puede necesitar puntos...Es hasta maquiavélico.
-¿Ha hablado con gente de Santander o del Racing estos días?
-¿Deeso del 'favor'? No, en absoluto. Ni me lo planteo. Si vamos por estosderroteros de pensar que nos van a hacer un favor, perdemos fijo. Yohablo con gente de allí porque hay jugadores que estuvieron conmigo,porque soy vecino de Pinillos en Santander o porque tengo amistad conlos médicos. Pero hablamos de nuestros problemas y nuestras cosaspersonales. Entre profesionales, al hablar, el fútbol lo dejamosaparte.
-¿En Gijón le miran estos días de otra manera?
-Hepasado un par de días con las defensas bajas. Sobre todo, después delpartido. Pero el miércoles, cuando fui a Mareo, no te puedes niimaginar las muestras de cariño, las pancartas... Hay mucha más genteconmigo que contra mí. Y eso, en estos momentos, es una mayorresponsabilidad. Si no, hubiera tirado la toalla. Hay un cariño haciami persona a veces hasta impropio. Les debo mucho y se lo tengo quepagar a toda costa.
-La plantilla está con usted y la afición, por lo que dice, también. ¿Y la prensa?
-Bien.No tengo problemas con la prensa. Con el tiempo, aprendes a ser másreflexivo y aceptas mejor las cosas, aunque haya algunas que noentiendes cuando faltan a la verdad o suponen una grosería personal,pero mi relación es excelente. Más estable, incluso, que la que pudetener en Santander en su día. Yo he madurado también.
-¿Le pesa en todo esto la imagen de 'entrenador populista'?
-No,porque yo no regateo como soy. Soy lo que tú ves. No hago discursospreparados, ni mítines. En mi profesión y en mi vida. Mi relación conlos amigos y en el fútbol es igual. No envejezco. A veces me gustaríaser más calmado, pero no me apetece. Ni me siento populista ni nada.Soy como soy.
-Y con una racha negativa, ¿ese carácter le da 'más vida' o puede ser un argumento en su contra?
-Meda igual. Vivo muy feliz conmigo mismo. Bueno, a veces no tanto... Perocomo voy de frente, no me preocupa. Eso sí, cuando las cosas van mal,me vengo arriba. Ahí soy más bravo, me sale un orgullo que no sé dedonde saco. La prueba es que hemos estado en situaciones mucho másfuertes y hemos salido con unos huevos que ni te imaginas. La únicarealidad es que estamos a un partido de la salvación. Ni 46 puntos, ninada. Quedar uno por encima de los tres últimos. Es más, si ganamos enSantander, posiblemente saldríamos del descenso. En el fútbol todotiene tintes dramáticos, pero nosotros estamos acostumbrados a vivir enel barro. Creo que tenemos el segundo presupuesto más bajo de Primeray, con eso, estamos llamados a luchar por no irnos al carajo. Yallevamos así tres años y no nos vamos a ir porque este equipo se salvasí o sí.
-Si hace examen de conciencia, ¿algo que declarar?
-Seguro.A posteriori hay cosas que no hubiera hecho de haber sabido elresultado. No soy tan necio como para pensar que lo he hecho todo biensi el equipo va el último. Pero lo que no vale es pararse. Estoy locopor buscar soluciones, que cuando vas mal es más difícil que nunca, ycon ese ansia y ese dinamismo vamos a Santander.
-Y, si pierde, ¿dónde irá el lunes?
-AGijón. Volveré en el autobús con el equipo. Además, como no contemploesa opción, te digo que volveré a Gijón después de ganar en Santander.Voy a ganar seguro.
-Antes de eso, y entre tanto lío, al menos archivaron el expediente por el 'caso Mourinho'...
-Deeso ya no tengo nada que decir. Sólo pasar página. Yo sabía quedifícilmente me iban a hacer algo. No hice nada. Yo no insulté. Cuandodije lo de 'canalla' utilicé una hipótesis, lo ponía en un supuesto. Side verdad él pensaba que yo me dejé perder, entiendo que sería un malcompañero. Lo dije y lo diría toda la vida. Pero ya es historia.