«No vamos a formar parte de esta farsa». Las palabras de Paco Liaño sonaron ayer contundentes en respuesta a la carta remitida por el presidente del Racing, Ángel Lavín, a los medios de comunicación, en la que invitaba a un representante de la Asociación de exjugadores a ocupar la plaza libre que hay en el Consejo de Administración.
«Esta a disposición del que designen, porque aquí no hay nada que ocultar... Los ingresos del Racing son habas contadas y los gastos se pagan por la cuenta, de modo que ¡adelante! elijan a uno. A ser posible uno que no me haya metido una querella, que por suerte hay muchos, muy sensatos, donde elegir», invitaba el presidente en unas palabras no exentas de socarronería.
Liaño, como portavoz de los exjugadores, reiteró el mensaje del día anterior, en el que dejaban claro que su propuesta para gestionar el club sólo sería posible a partir de que los actuales dirigentes se marcharan del cargo. «Con esta gente no vamos a ningún sitio; nuestra propuesta sigue ahí presente, seguimos trabajando en ella y estamos muy satisfechos con la respuesta de la sociedad cántabra», relató el exportero de Racing y Deportivo.
Ángel Lavín también comentó la petición de dimisión solicitada por los exjugadores. «Lo de la dimisión son historietas infantiles con las que algunos quieren entretener al personal y distraer la atención. Mi propia dimisión se produjo, tácitamente, cuando convoqué la asamblea para aprobar la ampliación de capital, y cuando voté a favor de ella en dicha asamblea, porque de ese modo quien rescate el club me sustituirá. Así de fácil». Y volvió a lanzar el guante a los exjugadores pidiendo que participen de esa ampliación de capital. «Lo que hay que hacer es organizarse y aportar. Y les recuerdo que quedan sólo ocho días para que acabe la primera fase reservada a los accionistas...».