Peligroso grupo nacionalista radical Algún lector me ha comentado en alguna ocasión mi hipotética miopía en el trance de observar la peligrosidad de los nacionalismos en la plaza, así como mi natural predisposición a no ver amenazada non-stop la unidad nacional, sea lo que diablos sea ese concepto. Respuesta: en efecto, puede ser que en algún momento de mi biografía no haya visto un pijo. Pero de repente mi frente se ha quebrado y he visto claro. Debo comunicar que, en efecto, existe un grupo nacionalista radical, organizado y peligroso para la convivencia, que presenta todas las características al uso de ese tipo de organizaciones sectarias. Por lo general, son poco viajados. No hablan idiomas y tienden a negarse a hablar otra lengua que no sea la suya vernácula. Se comportan de forma excluyente, de manera que han hecho de su tierra una sublimación de cosas raras. Sucede lo mismo con su bandera. Se han apropiado de ese símbolo colectivo y lo emplean a fondo, por ejemplo en las manifestaciones a las que acuden, en las que también aparecen pancartas con amenazas de muerte y mensajes preconstitucionales. Han tergiversado la historia, de manera que ya muchos jóvenes, educados en sus consignas nacionalistas, tienen una idea fanatizada y mitificada de su país, con la que resulta difícil dialogar. Su territorio, ese lugar aleatorio en el que uno nace, es su única patria posible, y se niegan a considerar territorio común otras zonas de España. En ocasiones, incluso, sus líderes califican a todo lo que queda fuera de su terruño como extranjero, de forma desafiante. El racismo provinciano que modulan llega a niveles delirantes. En más de una ocasión han impedido que, en las zonas en las que son mayoría, hagan negocios empresas procedentes de otras comunidades autónomas. Independentistas radicales y étnicos, algunos economistas ya calculan en millones las pérdidas de su nacionalismo fanático traducido a economía. Sus diputados han aplaudido acciones violentas. Incluso en el Pleno del Congreso. No participan en las instituciones políticas del Estado, y cuando lo hacen es para hacer propaganda. Han sustituido por propaganda nacionalista cualquier otro discurso, de manera que sus proclamas son incendiarias, espirales y tendentes a la falsedad. Los choques dialécticos con otros nacionalismos peninsulares son notorios. Por otra parte, necesita otros nacionalismos radicales para afinar su discurso, por lo que, posiblemente, son una pieza clave de los radicalismos nacionalistas por aquí abajo. Todo para ellos es, en fin, nacionalismo o amenazas nacionalistas. Difunden su propaganda nacionalista a través de medios de comunicación sectarios y de periodistas comprometidos con su mensaje. En ocasiones, periodistas que difunden sus proclamas han tenido problemas con la justicia. En lo que puede ser una orientación de la capacidad destructiva del grupo, he aquí este dato escalofriante: una campaña suya de calumnias, medias verdades y mentiras culminó con la desaparición de un gobierno. Han hecho de la pancarta, del grito y la consigna un mundo sectario y autosuficiente, como sucede en todas las sectas ultranacionalistas. Su agenda política está copada por el nacionalismo. En tanto que nacionalistas ultramontanos, consideran la política como un ejercicio de imposición. Van al Congreso con planes extraños, unilaterales, elaborados sin consenso, y no aceptan someterlos a diálogo. Su tendencia es la de la negociación directa con el Estado, sin pasar por el Congreso. Cuando esas propuestas maximalistas son rechazadas, denuncian la marginación democrática que padecen. Ese grupo está organizado bajo la forma de un partido, originariamente formado por diversos grupos nacionalistas, que ha cambiado en varias ocasiones de nombre desde que fue legalizado, en los 70. A su fundador se le involucró con varios asesinatos, que jamás ha condenado. Bajo sus siglas actuales, en todo caso, se aglutina un entorno en ocasiones antidemocrático. Se trata, por si aún no lo han pillado, del PP. Cada uno de las descripciones citadas en este articulete son, glups, radicalmente sostenibles. Pagaré una copa a quien me demuestre que una sola de ellas no es cierta. Si hay por ahí alguien de derechas y de cultura democrática al que le guste tan poco como a mí la descripción que les he endosado, que haga algo, porfa, que la cosa está muy malita. A mi papá le amargó la vida un nacionalismo español gore. Posiblemente, como al de muchos lectores del presente articulete, hayan nacido donde hayan nacido. No quiero que a mí me pase lo mismo. Y, a este paso, a mi bisnieto. http://www.interviu.es/default.asp?idpublicacio_PK=39&idnoticia_PK=28952&idseccio_PK=558 |
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Escrito originalmente por webinho ¿Y Aznarín lamiendole el culo a Bush? Nunca ví nada tan bochornoso como lo de Piqué con Bush Aquello sí que se llevó la palma... |
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¿Y manuel Fraga?... |
¿Te lo dijo el mismo que te contó lo del baloncesto? |
No |
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