FranciscoPernía terminó el partido de ayer muy serio. La sonrisa quehabitualmente le acompaña se desdibujó de su rostro tras el contundente3-1 final. Y más que por el resultado, por la forma en la que se cayó.Antes de que la expedición cogiese el vuelo chárter, todas las miradasestaban puestas en el técnico y en su continuidad. «No hay ningún tipode planteamiento con respecto al entrenador. Sólo hay que ganar elsiguiente partido», explicó Pernía a EL DIARIO MONTAÑÉS.
Evidentemente, el máximo dirigenteracinguista estaba enfadado con la imagen dada por el equipo. «Ha sidoun mal partido y un mal resultado. Todo ha salido mal. Lo que nopodemos hacer es comenzar siempre perdiendo», sentenció el presidenteverdiblanco.