Seis meses después su vida apenas ha cambiado. Entró en 2011 con 'mala pata', la misma con la que ha empezado el verano. Óscar Serrano se rompió la rodilla izquierda por el mismo sitio que nueve meses antes. Por eso, 180 días más tarde hace balance: una operación, muchas horas inmovilizado, días de duro trabajo de rehabilitación y demasiado entrenamiento en solitario. Para él, 2010 y 2011 son gemelos. Por eso, sabe que las prisas no pueden ser compañeras de viaje, aunque las urgencias de una plantilla escasa le obligarán a asumir el protagonismo que tuvo. Serrano quiere ser el fichaje que necesita el Racing.
-¿Cómo va la vuelta al trabajo?
-Todavía pasando la lesión, pero ahora mejor, mucho mejor. Esperando para incorporarme con el grupo lo antes posible y poder ayudar ahora que hace más falta.
-¿En qué fase de la lesión se encuentra?
-En Barcelona, antes de empezar la pretemporada, ya comencé a tocar un poco el balón. Ahora ya estoy metido en el trabajo de campo, pero acompañándolo con el del gimnasio.
-¿Responde la rodilla mejor que la otra vez?
-Son sensaciones distintas, la verdad. Esta vez me la veo bastante mejor, pero lo que pasa es que hay que ir con paciencia porque en esto de las rodillas, en ocasiones, avanzas un paso de gigante y retrocedes dos. Lo peor ya lo pasé y no quiero ponerme fechas por ahora. Eso sería un error. Que me pase una vez, vale, pero que te pase dos veces seguidas... Eso sí que no puede ser.
-Va usted a hacer la pretemporada prácticamente en solitario...
-Ya llevo más de cinco meses trabajando solo en Barcelona. Aquí, ahora con Cueli, también será parecido, no va variar mucho. Así que en ese sentido estoy tranquilo y mentalizado. Si fuese por mí, entrenaría ya con el grupo.
-¿Lo ha pasado usted peor en esta segunda lesión de rodilla que en la primera?
-La primera es todo nuevo y haces lo que te mandan y te resignas. Aún así, trabajas con ilusión para superarlo cuanto antes. Aquella vez, todo salió al revés. Yo todavía no sé de quién fue el fallo y prefiero no echar la culpa a nadie. Son cosas de mi oficio y hay que asumirlas y tirar hacia delante. Pero esta vez me afectó mucho en el tema anímico, en la cabeza. Gracias a la gente cercana he podido con esto y ya estoy cerca de recuperarme de una vez por todas. Hay cosas peores en la vida, pero en mi oficio es de lo peor que te puede pasar. Son muchos días trabajando día y noche pensando en recuperarme. Es duro, algo que no se ve y que a mí me ha tocado por partida doble, pero no quiero lamentarme más porque ya estoy a punto de ver la luz. Ahora sólo quiero unirme al grupo y empezar a contar para el entrenador.
-Y, casi desde la distancia, vio como aparecía Alí Syed...
-Lo vi con preocupación. Me iban informando y yo también, a través de internet y la prensa, he tratado de estar al día. Pero, sin duda, lo viví con preocupación. A ver si llega de una vez por todas la normalidad...
-¿Es difícil trabajar así?
-Claro que sí. Es complicado mantenerte al margen. Hay cierta impotencia porque nosotros sólo debemos preocuparnos de la faceta deportiva y confiar en que haya alguien que sí sepa solucionar esta situación. Este equipo ha pasado por situaciones muy difíciles en los últimos años y las ha solventado. La fortaleza del grupo tiene que relucir en estos momentos. Juntarnos, estar más unidos que nunca y esperar a que las cosas se vayan solucionando poco a poco. Hay más clubes en una situación similar y han logrado superarlo e, incluso, ahora les va mucho mejor que antes.
-¿Y como afecta en lo anímico el proceso de Ley Concursal?
-Hombre, no es divertido. Ahora, eso sí, nosotros no podemos hacer nada. Nuestra misión es estar el día 21de agosto a tope y esperar que la gente encargada de arreglar lo otro acierte. En esta vida todo menos una cosa tiene solución, y esto no va a ser menos. Imagino que hay gente al frente que sabe lo que hay que hacer y que pronto dará con la solución.
-¿Hay tiempo para montar un plantilla de garantías?
-Yo también digo que aquí siempre han llegado los fichajes a última hora. Algunas temporadas los refuerzos llegaron con la LIga empezada y, al final, la campaña salió bien. Los equipos pequeños tienen que mirar muchas cosas antes de fichar y es normal. Es cierto que este año todavía la cosa puede ser más difícil todavía, pero hay que ser optimista. Yo siempre he convivido con esto y confío en que el club esté trabajando en que la plantilla sea más competitiva. Yo bastante tengo con lo mío, que es la rodilla, y eso lo dejo para quién sea el encargado. Lo único que puedo decir es que jugadores hay de sobra si se hacen bien las cosas. Por eso espero que se haga una buena plantilla.
-Y muchos chavales de la casa...
-Sí, no me ha dado tiempo a contarlos, pero a la pretemporada van unos cuantos. Siempre hay un momento en el que tienes que salir e ir ganando protagonismo. A todos nos pasó. Este año, con las bajas y con los refuerzos, es necesario tirar de la cantera, y más un equipo como nostros. Estas últimas temporadas han ido saliendo chavales que han hecho las cosas bien y van a tener que tirar del carro como todos.
-¿Qué primera sensación le ha dado Héctor Cúper?
-A la vista está su palmarés y su trayectoria como entrenador. ¿Quién no conoce a Héctor Cúper? Por todos los equipos que ha pasado ha conseguido algo y yo tengo ganas de ponerme ya a sus órdenes para empezar. Quiero estar en condiciones para que pueda contar con un jugador más lo antes posible. Yo confío en que las cosas mejorarán.