Pablo Pinillos está a sólo cinco días de cumplir 37 años. El sábado celebra su aniversario y el mejor regalo que podría recibir sería una llamada del Racing donde le comunicaran que continúa una temporada más. El próximo lunes la plantilla verdiblanca regresa al trabajo y el veterano defensa aún no sabe si tiene que incorporarse o no, porque se marchó de vacaciones con el compromiso verbal adquirido de que continuaría una campaña más. Sin embargo, han pasado los días y no tiene noticias. Aunque todavía le quedan esperanzas, ya ha comenzado a moverse para seguir jugando un año más, aunque no sea en el Racing.
La situación que le está tocando vivir a Pinillos es peculiar. Aunque terminó su relación contractual con el equipo cántabro el pasado 30 de junio, había apalabrado su prolongación con el presidente Pernía que no veía con malos ojos, pese a la edad del futbolista, que siguiera una temporada. Después se marchó de vacaciones con la tranquilidad de que tendría que regresar el 11 de julio. La fecha se acerca y aún no ha recibido ninguna comunicación por parte del Racing y eso que ambas partes habían acordado fijar un día para firmar el contrato y así poder comenzar la pretemporada con el resto de los compañeros. Tampoco Héctor Cúper ha tenido tiempo para dar el visto bueno a la operación.
Desde El Sardinero valoran otros aspectos, a parte de los futbolísticos, para contar con Pinillos pese a sus 37 años. Durante sus seis temporadas en el Racing se ha convertido en uno de los pesos pesados del vestuario. Pernía sabe que la próxima temporada puede ser convulsa, mucho más si el club se ve obligado a acogerse al concurso de acreedores, y el poso y la experiencia del riojano pueden ser determinantes para calmar al banquillo. Pinillos también sabe que esta es una de sus virtudes. Sin embargo, durante todos estos años ha demostrado que sea cual sea su rival en el lateral izquierdo, al final, siempre ha acabado jugando. La temporada pasada comenzó siendo Francis el titular en la izquierda y acabó arrebatándole la titularidad.
Lo que tiene decidido es que seguirá jugando al fútbol aunque no sea en Santander. Por eso ya ha comenzado a mover los hilos para conocer que otros equipos podrían estar interesados en contar con sus servicios, aunque su primera opción sigue siendo jugar en el Racin