¿Se ha pasado ya el enfado tras haber caído en Valencia sin merecerlo?

Bueno, no queda otra. Es complicado asimilarlo porque jugamos verdaderamente un gran fútbol y tuvimos muchas ocasiones de marcar. Irnos de vacío fue un palo. También por la forma. ¡Menuda falta de concentración tuvimos!

Con lo poco que quedaba...

En el minuto 46 eso no puede suceder pero, si le soy sincero, no sabía ni que estábamos en el descuento. Ya sólo hay que mirar hacia adelante.

A pesar del resultado, las sensaciones son buenas. ¿Cuáles son las suyas?

Yo prefiero, y me satisface más profesionalmente, perder de esta manera a lograr un empate como en 2008 contra el Barça (1-1 con Muñiz) colgados del larguero. El pasado sábado disfruté como hacía tiempo que no lo hacía. Algo similar a lo que nos sucedió en la pretemporada en Italia. Lo pasamos bien. En Alemania, por contra, fue al contrario: no teníamos identidad y arrastrábamos defectos del año anterior.

¿Qué ha cambiado ahora?

Se entró por una banda, se entraba por la otra. Centros, remates, ocasiones, palos, venían los delanteros a recibir, se iban de sus marcadores con una facilidad pasmosa... Fue una pena. Jugamos como un equipo grande y llegamos incluso a reírnos de las ocasiones que estábamos fallando. ¡Como si nos sobrasen!

¿Fue algo puntual y anecdótico o éste será el Racing que veamos esta temporada?

Con la calidad que hay arriba vamos a ganar muchos partidos y a jugar igual de bien.

El debate ya está en la calle. ¿Hay que insistir en esta forma de juego a pesar de que no se haya sumado todavía?

Igual que cuando se gana jugando mal achacamos que lo importante son los puntos, qué vamos a decir ahora. De nada vale jugar bien y no vencer. Lo importante es mantenerse. Lo siguiente ya se verá. Pero una cosa está clara: es más fácil ganar jugando de esta forma en vez de tirar pelotazos. Todos tenemos que sumar.

Ya, pero no me negará que tembló alguna vez cuando se le cedía el balón a Toño...

Pues sí. Son jugadas muy peligrosas y arriesgamos muchísimo. El portero y todos. A mí me robaron un balón que pudo acabar en gol cuando otro día hubiera despejado en vez de jugármela. Son situaciones que se van a dar pero es lo que hay y la orden que tenemos: debemos querer el balón aunque nos vayamos a ganar, a veces, la ira de la gente.

¿Y esto, hasta cuándo?

Hasta que los equipos nos conozcan demasiado y no nos permitan sacarla jugada.

¿Cuál es la función de Colsa esta temporada en el campo?

Han cambiado las cosas. Ahora hay que guardar el sitio más que nunca y los mediocentro estamos más solos a la hora de defender. No porque la gente de banda no repliegue bien o no pueda, sino porque jugamos muy estirados. Cuando nos cortan en tres cuartos el equipo contrario tiene mucho espacio para atacar y a nosotros se nos hace muy ancho el campo. Los rivales se meten entre líneas y empiezan las dudas... Hay que coordinarnos mejor. Yo no pudo atacar como me gustaría porque tengo que tapar más a los laterales, arropar a los centrales, cebar al delantero cuando tengo el balón para facilitarle la salida desde atrás a otro compañero...

¿Y el vestuario está convencidos de esta forma de jugar?

Lo único que hace falta es ganar un partido para que todos estos conceptos se vean refrendados, se sienten las bases y todo el mundo crea que así se puede ganar. Yo creo.

Es una forma de sacarla jugada similar a la del Barça. Con un pero: ellos lo hacen con tres mediocentros...

Sería lo ideal. A veces recibes la pelota a partir del minuto 60 sin ofrecimientos. Igual hacen falta más apoyos en corto. Lo malo es que si no machacas las que tienes, estás muerto en la segunda mitad.

¿Y con este nuevo 'tiqui-taca' hay que olvidarse de las señas de identidad que tan buenos resultados han dado como la presión y la contra?

No. Hay que compaginarlos y saber cuándo tocar y cuándo no para ceder el balón al rival y presionarle. Antes nos quejábamos de que no jugábamos al fútbol, los jugadores los primeros; pues toma. Ahora, hay que ser inteligentes y, a pesar de saber que éste es el camino, no arriesgar por arriesgar. Barça sólo hay uno.

Entonces, ¿qué Racing veremos ante el Zaragoza?

Un equipo que irá a muerte a ganar con la mismas señas de identidad del sábado. Y personalmente seguiré empujando a pesar de que mi labor sea más oscura. Aunque no participe ni brille con el balón. Estoy animado porque siempre no se va a sufrir tanto como en estas dos jornadas. No todos los rivales son el Barça ni el Valencia... No hay que desesperarse porque puede cundir el desánimo si las cosas no salen o el que falle pueda creer que esto no es para él. No es nada fácil lo que hemos hecho al cambiar de un estilo en mes y medio...

¿Y si no se gana el próximo domingo en El Sardinero?

Pues hay que seguir acatando las normas del entrenador. No se puede tirar todo este trabajo. Hay que mejorarlo. Pulir los defectos. Antes, Toño sacaba y todos le dábamos la espalda buscando el patadón mientras recuperábamos el aliento. Ya no. Esto ha cambiado y hay que acostumbrarse lo antes posible. Y si luego, con el tiempo, hay que modificar, se cambia. No pasa nada. Eso sí, pido paciencia al equipo y también a los aficionados.

La gente parece contenta a pesar de tener cero puntos.

Para que vea cómo es el fútbol. Y al Madrid silbándole.

Mucha culpa la tendrá Markus Rosenberg. Coincidirá en que con él ya se ve la luz...

Es un delantero de nivel y que encima está involucrado. Me ha sorprendido y ya me dejó boquiabierto en el primer entrenamiento. Un tío de Champions. Que no marcara el otro día no me preocupa nada. Es de otra pasta y nos va a dar muchísimo. Es el fichaje de la temporada. Con él tenemos un gran equipo, con el que estoy muy tranquilo. Sin desmerecer a nadie, Tchité y Rosenberg son la noche y el día. Ya que no vamos a tener trivote, necesitamos gente que la quiera y venga a recibir. Rosenberg y Munitis lo hicieron de maravilla.

Munitis, otro debate. ¿Usted cómo lo ve?

Hizo el mejor primer tiempo desde que regresó al Racing. No entiendo que duden de él. Es injusto e increíble. El gol no es lo suyo pero su trabajo es encomiable. No se va a ir de sus marcadores como lo hace Messi pero Pedro se ha reciclado y es vital para nosotros.

¿Recuperado ya de lo del domingo?

Sí, sí..., tenemos que seguir puliendo defectos sabiendo que este año, a los pivotes, nos toca hacer otro tipo de trabajo menos valorado y más cuestionado, pero bueno, que todo sirva para ganar.

Ante el Getafe hubo momentos en que eran dos pivotes frente a tres o cuatro...

Son situaciones que se dan a menudo en los partidos, que no estamos acostumbrados y que para el tipo de pivotes que somos, vamos a sufrir cualquiera. Es lo que toca; si el equipo se adelanta es fenomenal, tenemos la posesión y podemos jugar más tranquilos; pero cuando no es así la gente sufre dentro del campo y surgen las dudas. Todo esto se irá corrigiendo para que todo el mundo se involucre en atacar y defender pues, de lo contrario, se darán situaciones como la del domingo o ante el Sevilla.

¿Han hablado con el míster sobre cómo ven este sistema en el campo?

Nos conocemos lo suficiente para saber si uno puede hacer más cosas o si uno ha hecho las cosas bien, mal o regular. Y uno se va a casa viendo que cumple el guión, pero que no tiene recompensa y que tu actuación, sin cometer ningún fallo, cumpliendo el expediente, también te vas descontento; no hace falta que ni el entrenador ni nadie te diga nada. Entiendo que es la forma de jugar, que es la que ha elegido el entrenador y que el que quiera jugar tendrá que amoldarse lo más rápido posible.

¿Es desmoralizador perder tantos partidos en casa?

Sí; palpamos la crispación y el disgusto de la gente. Pero de poco sirve decir ahora que el próximo domingo en casa ganaremos. Creo que es más fácil obtener resultados como estamos jugando ahora que como lo hicimos el año pasado. Los resultados llegarán. Hay que corregir muchísimas cosas, entre otras, que el ritmo de juego, si queremos salir desde atrás, hay que aumentarlo. Tenemos que defender todos; los de arriba, los del medio y los de atrás..., involucrarnos todos a la hora de sacar el balón.

¿Y lo ve factible?

Sí; salvando las distancias, el año pasado también tuvimos un sistema nuevo, intentamos jugar al fútbol con gente abierta en banda y no salió por los mismos problemas que pueda haber ahora; desprotejes el centro y ahí sufren los dos pivotes, los dos centrales, etc.

Pues el Villarreal también gusta de manejar el balón...

Habrá que bascular un poco el campo hacia el centro que, por inercia es lo que tendrá que acabar pasando. La gente se meterá hacia adentro tanto a recibir como a defender. Si no, para los pivotes y los centrales es muy complicado empezar la jugada mirando a los costados. Ya nos tienen estudiados, nos esperan para robarnos y salir a la contra.