Camiseta roja y tejanos. El pelo recogido y una modernas gafas de sol. Si caminase por el centro de Santander muy pocos lo reconocerían como a un jugador de fútbol. Waldo Ponce (Los Andes, Chile, 1982) huye de las estridencias. Tiene claro su objetivo. Viene a Europa para quitarse la espina que tiene clavada. Su paso por el Wolfsburgo no fue el que le hubiera gustado. Fijo en el esquema defensivo de Bielsa, no tiene reparo a la hora de reconocer su contundencia. «Cuando hay que da leña, la doy», dijo en su presentación. No se reconoce como un jugador duro, aunque está acostumbrado a lidiar con toros difíciles. Disputó el último Mundial de Sudáfrica y ahora se afana en ponerse a tono y recuperar la forma física con la que ha llegado. No es una tarea fácil. «Desde que llegué a Santander no he parado y la diferencia horaria me está matando», reconoce. Ayer visitó las instalaciones de EL DIARIO MONTAÑÉS, en La Albericia.
-Antes de nada. ¿Cómo prefiere que le llame? ¿Waldo o 'Waldini'?
-Waldini es el apodo con el que me conocen, pero no me gusta. Me lo puso un preparador físico del equipo donde me formé. Me llamaba así por el parecido, en el aspecto físico que tenía, con el defensa italiano. En esa época yo llevaba el pelo más corto y con rulos (rizos). De ahí surgió la combinación de Waldo y Maldini. Salió 'Waldini', pero insisto en que no me gusta.
-Nada más llegar dejó su tarjeta de presentación. «Doy caña cuando hay que darla», dijo. ¿No tiene miedo, ahora que se habla de la persecución contra Cristiano Ronaldo, que a usted le tilden de futbolista agresivo?
-No me importa que digan que soy duro. Lo dije porque esa es una de las funciones de todos los defensas. Por contra, a mí personalmente me gusta tener un buen trato de balón. Intento sacar la pelota jugada con los pies. Además 'dar leña' no es mi mejor característica.
-¿Le han hablado ya de Sañudo, Merino, Alfaro, Zygmantovich y compañía?
-No todavía no. Pero intuyo porque me lo pregunta.
-No saldrá con el tópico futbolístico de que su mayor sueño era jugar en el Racing, ¿no?
-No, tranquilo. Mi padre dice que nadie tiene una bolita mágica para saber cuál va a ser su destino. Lo que sí tenía claro era mi intención de volver a Europa. Me daba igual en qué equipo. El que primero se decidiera por mí, esa iba a ser mi elección.
-El Zaragoza también pujó por usted. Incluso acabaron enfadados por su tardanza en dar una respuesta. ¿Qué sucedió?
-En realidad el conjunto que más interés puso en contar conmigo fue el Racing. Las negociaciones no las llevé yo. Nunca me entrometo. Ahora más que nunca se que he acertado con la decisión de venir.
-Entonces, Francisco Pernía no tuvo que hacer gala de su dialéctica para convencerle.
-Tuve un almuerzo con él y charlamos. Es muy simpático y amable. Pero las negociaciones no las llevé yo.
-Cambiando de tema. De delantero centro a defensa central. ¿Vaya cambio no?
-Es curioso sí, pero tiene explicación. Yo jugaba en una pequeña escuela de Chile y allí era el mejor. Además también el más corpulento. Así que decidimos asegurar el arco y que jugara yo en ataque.
-Entonces, por eso, tira con tanta fuerza las faltas, ¿no?
-Yo creo que de hay me viene lo de tirar a portería, aunque también voy bien de cabeza. Siempre me ha gustado. Es algo que suelo practicar todas las semanas
-¿Se animará en el Racing?
-Si que me gustaría, aunque he de respetar a las personas que están designadas para esa labor.
-En Chile llegó a decir que era uno de los mejores centrales del país y eso acarreó mucha polémica.
-Es verdad que lo dije y se convirtió en un problema para mí. Se me entendió mal. Empezaron a preguntar a mis compañeros y se montó un gran revuelo. Me siento como uno de los que tienen buenas condiciones para jugar con la Selección. No sé si seré el mejor o no. Juzguen ustedes.
-Por aquí pasó otro compatriota suyo. Mauricio Pinilla. ¿Habló con él antes de decidirse a venir?
-No pedí referencias a nadie. Yo ni me acordaba de que Mauricio había estado por aquí. Ambos comenzamos prácticamente a la par a jugar al fútbol , aunque él es más joven que yo.
-Imagino que su intención será dejar una impresión muy distinta a la de su compatriota.
-Es diferente. Él estaba contratado para meter goles y yo lo estoy para defender.
-Tras su pequeño paso por Alemania, no quería dejar la oportunidad de regresar a Europa, ¿no?
-Siempre busqué tener una nueva experiencia aquí por todo lo que eso conlleva. La española es una gran Liga y además hay un buen nivel de vida. Espero demostrar en el Racing que ya soy un jugador más maduro que el que jugó en Alemania.
-Sin embargo, su nivel físico no es el óptimo. ¿No lo niega no?
-Claro que no. Todavía me falta. Lo que no quiero decir es que estoy bien, jugar 15 minutos y después 'morirme'. Pero bueno, el Racing ya lo sabe. Al hacerme el reconocimiento salen todos los datos. Yo tuve un parón importante, aunque estuve entrenando unos días con un preparador físico.
-¿Estará listo para jugar ante el Valencia?
-Veremos a ver cómo me voy sintiendo. Llevo sólo dos días entrenando y estoy muerto. No hay que apurarse, es mejor llegar bien al primer partido que tenga que disputar.
-Viene de jugar el Mundial con la otra 'Roja'. ¿Qué tal le fue?
-Fue una experiencia linda. El jugar en estadios repletos es una vivencia que cuesta expresar en palabras. Es muy importante poder defender a tu país.
-Se tuvo que enfrentar a España. ¿Qué le pareció?
-Sólo la jerarquía de sus jugadores habla del nivel del equipo. Por eso consiguieron ganar el Mundial. Es una gran Selección.
-El pasado domingo algunos de esos delanteros, que tuvo que parar en el mundial, estuvieron en El Sardinero. ¿Le gustaría haber jugado?
-Pude jugar en contra de alguno de ellos durante el Mundial. Me gusta disputar los choques importantes y éste era uno de ellos. Lo que me agradó es que el equipo trató de enfrentarse a ellos de igual a igual, ante un grande.
-¿Conoce ya a sus compañeros? Se dice que en en el Racing hay un buen vestuario.
-Todo positivo. Tanto el trato de los compañeros, como el de los trabajadores del club, el de los doctores... Todos han sido muy agradables y cercanos conmigo.
-¿Le ha dado tiempo a conocer algo de la ciudad?
-No he tenido mucho tiempo. En estos días he ido a comer a algún sitio, pero nada más. Espero cuando tenga tiempo libre poder hacerlo.
-Por cierto, hoy (por ayer) ha estado la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en Santander. Creo que la conoce y que además es gran aficionada al fútbol.
-Sí. Ella es una gran entusiasta del fútbol y de la Selección de Chile. Nos estuvo acompañando durante todo el Mundial de Sudáfrica. Viajó en el mismo avión que nosotros y se alojó en los mismos hoteles. Una gran persona y muy cercana.
-Al margen del fútbol supongo que esté pendiente del rescate de los 33 mineros chilenos atrapados, ¿no?
-Claro que sí. Cuando pudieron llegar a dónde ellos se encontraban Chile se paralizó. Fue un milagro. Ahora las labores de rescate van a ser duras. Pero los chilenos cuando tocan a nuestro país, siempre estamos dispuestos a ayuda. Nos ha llegado al corazón.