La prioridad es Marcelino. Asegurada la permanencia el club piensa ya en la temporada que viene y el primer objetivo es 'atar' al técnico asturiano. Pernía sabe que al entrenador no le ha gustado todo lo que ha sucedido en los últimos meses y nadie esconde que la continuidad del míster en el estado de incertidumbre permanente por el que atraviesa el Racing parece difícil. Por eso, antes de las renovaciones de los contratos de los futbolistas o cualquier otro movimiento, el presidente tiene previsto hablar con el entrenador. Quiere calmarle y pedirle que se quede.
Él es el eje de todo proyecto y el mérito de la permanencia también se le atribuye. Además, 'Marce' prosigue con el idilio que ya inició con la grada en su primera etapa, algo necesario en un club no visto con muy buenos ojos por sus aficionados. Tiene contrato por una temporada más, pero el asturiano valora por encima de todo sentirse cómodo y trabajar en unas condiciones óptimas. «A mí me gustaría seguir si hay un proyecto serio», ha repetido en las últimas semanas. Y, lo de ahora, no se ajusta precisamente a ese objetivo.
Por eso, Pernía tratará de convencerle. Le insistirá en la teoría del doble planteamiento. Si hay dinero, jugadores contratados y una 'espina dorsal' sólida. Sería el Racing de jugadores como Giovani, el equipo que le prometieron que entrenaría la temporada que viene cuando fueron a buscarle (él mismo lo ha reconocido). El 'plan B' es el de siempre. Apostar por jugadores con proyección, 'cazar' algún descarte de otro club... Un titular de El Diario de hace semanas es el ejemplo que el propio técnico ha manejado para explicar esa doble posibilidad que aún no se ha resuelto: «Entre Thiago y Antonio Tomás».
Pero a Marcelino no le gusta la indecisión. No le parece lógico que, a estas alturas, nadie sepa qué Racing se quiere construir. Es obvio, además, que el técnico tiene una espina clavada con Alí. Hizo de portavoz de la plantilla para denunciar los impagos y la situación de nerviosismo por la que atravesaban sus futbolistas. Pero también fue él quién salió públicamente a dar las gracias al empresario indio por resolverla. Eso creyó el asturiano cuando vio al propietario de la entidad bajar al vestuario para asegurar a la plantilla que ya había pagado. Pero el dinero no ha llegado.
Renovaciones
Marcelino es el primero en la lista de asuntos que resolver. Pero hay mucho más. El club da por hecha la renovación de Álvaro. El canterano es el prototipo de lo que gusta. Ilusionado y casi ansioso por hacerse un hueco. Más difícil lo tendrá Bolado. No ha encajado y, de ofertarle algo, será un contrato por objetivos que motive al futbolista a ganarse un puesto. Con Munitis nadie quiere discutir y es más que probable que siga un año más, aunque haya discrepancias en torno a las condiciones del contrato. Respecto a Pinillos, resta poner sobre el papel un más que posible acuerdo, algo descartado con Coltorti, que se irá con toda seguridad. El mismo camino tomará Lacen, vinculado a un Getafe que podría acabar en Segunda. Restará decidir en torno a las opciones de compra de los cedidos. Para eso, hace falta dinero.