Almudena Cid, en acción. (Foto: EFE)

por TANIA LAMARCA (campeona olímpica de gimnasia rítmica de conjuntos (1996))

22 de agosto.- Un deporte como la rítmica, marcado por la subjetividad de las notas, no deja muchas opciones a sorpresas. La doble K rusa se mostró intratable en el marcador, no así en el practicable.

Kanaeva debutó en la cuerda con un lanzamiento al suelo que para cualquier otra habría significado una debacle pero que ella apenas notó en su puntuación. Con el aro alcanzó la nota más alta del día (18.700) liderando la clasificación.

Kapranova estuvo imprecisa, con los nervios impropios de una campeona del mundo, pero sus dos ejercicios fueron valorados por encima de 9 en los tres apartados: dificultad, artístico y ejecución.

Poco podía hacer Bessonova para arrebatarles los dos primeros puestos. Zancadas amplísimas, giros exquisitos, arte y elegancia. Entrenadora ucraniana. Resultado, tercera en la general, el mismo lugar en el que concluyó en Atenas y con dos rusas por delante. Parece que la historia se va a repetir en Pekín.

Lo que nos importa. Almudena no tuvo grandes fallos, sólo una pequeña rectificación con el aro. Pero le faltó el duende, disfrutar sobre el tapiz. Echa en falta a Iratxe, su entrenadora, que no ha podido viajar por su reciente maternidad, pero también quiere irse con su cuarta final olímpica y ve de reojo como intereses desconocidos pueden colar a una china en su puesto, o a dos israelíes.

Debería competir hoy con un mayor margen en la clasificación (es décima con sólo 150 milésimas de ventaja). Las notas para Li, gimnasta china invitada, rozan la mofa.

Las jueces sólo se han saltado el guión en el concurso de conjuntos. Bielorrusia e Italia fueron las mejores sobre el tapiz y así lo han valorado. Castigaron a Rusia por un pequeño fallo y provocaron el éxtasis entre millones de chinos que veían cómo las suyas obtenían la segunda mejor nota. Si Bielorrusia continúa así estará luchando por el oro.

Lo de China, un escándalo. Ya decíamos que podían dar la sorpresa. Lo de Rusia, inimaginable. Lo de España, no lo entiendo: séptimas y a punto y medio del podio. Nuestro conjunto estuvo bien. Deberán limpiar algunos fallos de coordinación entre ellas. Cierto es que se cayó una cuerda, pero su ejercicio es muy atrevido y consiguen que un aparato tan ingrato como éste sea vistoso. Merecieron más que Ucrania y deberán clavar para acercarse a Bulgaria. Lo bueno es que están en puestos de fina.

Lanzo una pregunta al aire ¿quién puntúa a las jueces?