HOUSTON (TEXAS).- Triste noticia para el baloncesto profesional americano. Eddie Griffin, el que fuera jugador de Houston Rockets y de Minnesota Timberwolves, perdió la vida en un accidente de tráfico ocurrido el pasado viernes.

Griffin, en un partido con los Timberwolves. (Foto:NBA)

El coche del jugador, un deportivo de gran cilindrada, se adentró en las vías de tren tras ignorar los avisos y señalizaciones de un paso a nivel. El hecho ocurrió en Houston, una de las mayores ciudades del estado norteamericano de Texas.

El accidente se produjo alrededor de la 1.30 de la madrugada. La violenta colisión del vehículo con un tren que atravesaba las vías en dicho instante hizo que el automóvil de Griffin se convirtiese en pasto de las llamas. De tal manera, el cuerpo y la cara del jugador, de 25 años de edad, quedaron quemados e irreconocibles. Ello ha motivado que haya sido necesario recurrir a la dentadura para su reconocimiento, lo que ha llevado varios días.

Eddie Griffin fue seleccionado por los New Jersey Nets en la séptima posición del Draft de 2001 (mismo año en el que Pau Gasol llegó a la NBA). Tras ello, pasó por Houston antes de ser definitivamente traspasado a Minnesota.

Los 'Wolves' habían 'cortado' a Griffin comprando su contrato, por lo que el ala-pívot se encontraba sin equipo. Los repetidos problemas disciplinarios del jugador, así como sus constantes altercados en su vida privada, fueron el detonante definitivo para que el equipo de Minneapolis prescindiera de sus servicios.

Lamentablemente, un final tan trágico no es más que el punto final a una vida desordenada y llena de altercados. Ya en su época en los Rockets tuvo graves problemas con la ley y fue acusado de diversos cargos de cierta consideración.

El jugador fue acusado por una mujer de haber disparado un arma de fuego tratando de herirla, además de haber dirigido diversas agresiones físicas contra ella. A causa de dicho incidente, el entonces jugador texano fue suspendido y apartado de la disciplina de su equipo.

Era entonces cuando el jugador comenzaba a ganarse una fama de conflictivo que le ha perseguido hasta el final. Sus problemas con la ley, sumados a sus constantes faltas injustificadas a entrenamientos e, incluso, a algún partido, le valieron para no asentarse de manera definitiva en ninguna franquicia NBA. Fue incluso sancionado por tenencia y consumo de diversas sustancias, especialmente marihuana.

El jugador llegó a ingresar de manera voluntaria en un hospital, buscando ayuda profesional y tratamiento médico. Nunca se publicó la naturaleza de sus problemas. El ala-pívot nunca fue capaz de demostrar las credenciales que le convirtieron en 'Top ten' de un 'Draft' de la NBA. Griffin, tristemente, pasa a los archivos de la liga como un jugador más conocido por sus problemas fuera de la pista que por sus actuaciones dentro de ella.

pd: la noticia me la dio last, estube hablando con el intentandole convenzer para que reflexione pero nose lo que pude hacer.

D.E.P.