PENTAGONAL DE VERANO : UN GOL DE CABEZA DE VILLANUEVA EN EL ULTIMO MINUTO LE DIO EL PRIMER TRIUNFO DEL VERANO AL EQUIPO DE QUIROZ



Racing ganó como más se goza: con el último aliento



Parecía que todo terminaba en empate. Pero el chileno Villanueva marcó la diferencia. Biglia y Fileppi marcaron los otros tantos.



Orgullo de barrio, anoche ganar el clásico era mucho más que un amor de verano. Porque en Avellaneda no hay amistoso que valga en ninguna época del año. Y en el último suspiro estival, en el cierre del Pentagonal, Racing se despidió con una sonrisa. El cabezazo postrero de Villanueva desató la fiesta celeste y blanca y dejó a Independiente rojo de bronca.


En este fútbol actual la pelota quema en los pies. Con dos líneas de cuatro y dos puntas, no hubo lugar para la pausa. Entonces la pelota iba de un lado a otro, como si los botines se fundieran de calor al tocarla.


Para peor, la pierna fuerte, la fricción, las faltas que rozaban la tarjeta roja se hicieron mala costumbre en el arranque. Y eso que Horacio Elizondo tuvo muñeca para manejar las rispideces. Si ya a los 58 segundos Arano bajó a Agüero y recibió la primera de las siete amarillas que hubo en los 45 minutos iniciales.


Un juego de palabras sentencia que Independiente es dependiente de Agüero. Y si el "10" tiene intermitencias, a su equipo le cuesta generar fútbol. Pero cuando se enciende, el peligro aparece.


De una de las tantas faltas que recibió llegó el tiro libre de Armenteros que Biglia punteó con el botín derecho, ganándole a De la Fuente para el 1 a 0. Campagnuolo le había tapado el gol a Agüero a los 4 minutos. El pibe insistió y apiló a la desordenada defensa de Racing a los 39, para enviar el centro hacia atrás para Bustos Montoya. Aunque el cierre de Ubeda le impidió el segundo grito a Independiente.


Racing ganó la batalla por el mediocampo, donde Lucas Biglia era el único de Independiente que conseguía lo que quería. Un gran trabajo de Fileppi por la izquierda y un justo acompañamiento de Mirosevic por la derecha llevaron a Racing a terminar con mejor imagen.


Avisó Mirosevic con un derechazo de tiro libre que Ustari mandó al córner a los 17. El otro chileno, Villanueva, no pudo con un taco tras un centro de Fileppi. Y el empate llegó a los 31 en una jugaba bien concebida. Un taco de Valdemarín le dejó la pelota a Mirosevic, quien mandó el centro de primera. Ustari dudó ante la entrada de Villanueva y dio un rebote corto. Fileppi aprovechó el error y festejó.


En el segundo tiempo hubo alguna fugacidad de Agüero y un par de salvadas de los arqueros: Campagnuolo a Machín y Ustari a Mirosevic. Y cuando parecía que la preocupación por perder con el rival de siempre los llevaba a no arriesgar demasiado para evitar descuidos defensivos, comenzaron las jugadas más peligrosas.


Primero un cabezazo de Menghi dio en el travesaño. Enseguida la volea de Miranda fue a las manos de Campagnuolo. Y sobre la hora, Villanueva, que no claudica jamás, anticipó a Ustari en otra mala salida para ganar el clásico como se disfruta más: en el último minuto.