TORNEO DE VERANO: EL CIRCUITO DE FUTBOL QUE DISPUSO RIVAROLA CONTROLO TODOS LOS SECTORES DE LA CANCHA
Racing no dejó dudas ante Independiente



Cabral, Barrado y Cardetti hicieron los goles de Racing. Sebastián Carrizo había puesto, de tiro penal, un empate transitorio. Simeone, la figura.


acing se quedó con la primera alegría estival. El primer partido del año, el primer clásico de Avellaneda se lo llevó ese Racing que cree, que se anima, que confía. No se lució, pero fue más y supo golpear en los momentos clave. No fue espectacular, pero siempre creyó en la posibilidad de su victoria.

Más allá del resultado, ese contorno, superior a la mejor expectativa, entregó la primera certeza del verano: la pasión está intacta. A pesar de que no estuvieron todos los nombres que arrancarán el Clausura, en febrero. Aunque no hubo más que tres o cuatro entrenamientos compartidos. Más allá de que no hubo tantos motivos para el agrado, esos 20.000 hinchas dijeron que quieren apostar su pasión.

De un lado, los de Racing. Ahora con ese Diego Simeone —emblema, líder, caudillo, hincha—, con ese equipo que forjó Rivarola en el último tramo del Apertura. Del otro, los de Independiente, en el año de su centenario. Con César Menotti como técnico, en su tercer ciclo, ahora con el deseo de conseguir su primer título. Y con la misión de enamorar.

Más allá de la pasión, las conclusiones tienen un alcance recortado. Fueron apenas 90 minutos de verano. Sin embargo, entre esas conclusiones, brotó una que al hincha de Racing lo entusiasma: Simeone está intacto.

Y en ese detalle estuvo uno de los rasgos del desarrollo: Independiente fue un equipo con demasiada juventud, con poco oficio; Racing tuvo el aporte de algunos hombres de la vieja guardia y pareció más convencido de lo que quería. Y así ganó.

Independiente trató de exhibir algo de lo que Menotti suele pregonar: la pelota segura, el pase preciso. Pero esa intención se deshizo en las cercanías del área rival. Lo de Racing tampoco ofreció brillo. Pero fue más directo, más contundente. Y aprovechó una faceta del juego en la que Rivarola hace hincapié: la pelota detenida. A los 23 minutos del primer tiempo, Mirosevic tiró un centro desde la derecha, dudó la defensa de Independiente, apareció Gustavo Cabral y cabeceó al gol. A los 19 años, el pibe de Casanova hizo su primer gol. Fue en el clásico que siempre quiso jugar. Y será inolvidable.

Lo que siguió no fue muy distinto. En Independiente, la sensación de inestabilidad, de inconstancia. Con Hernán Losada de enganche, con un 4-3-1-2 lógico, invariable, En Racing, la impresión de solidez, pero también de falta de profundidad. Con El Cholo como líder anímico.

Y así, dentro de esa coyuntura, se desarrolló un partido que no quedará entre los mejores recuerdos. Con algunos matices: con Martínez y con Pusineri más activos, Independiente pareció más desequilibrante, ya en el complemento. Claro, nada del otro mundo, tampoco. Pero lo suficiente para empatar. A los 18 del complemento, Pinola derribó a Martínez dentro del área y Sánchez cobró lo inevitable: penal. Carrizo lo cambió por gol.

Pero Racing tenía a su caudillo inclaudicable para dar su último estiletazo. Entonces, Simeone —preciso, filoso— cedió para Barrado, quien de emboquillada puso el 2-1. Quedaba casi un cuarto de hora. Poco para un Independiente en formación. Lo suficiente para que Cardetti sentenciara el clásico con un zurdazo. Y para que Racing disfrutara de la victoria más deseada.


Y NO SOLO ESO, GANO RACING DE SANTANDERRRR, LO QUE SE DICE UN FIN DE SEMANA DE MARAVILLAS

Cardetti?joer en España fue un autentico fracaso creo que jugo en el salamanca y el valladoliz y no hizo na