Munitis lo celebró así porque aparte de salvar al equipo de su tierra y al equipo de su corazón, sí, eso, a los 4 minutos Mostovoi le pisó cerca de la rodilla sin balón, y tuvo que ser atendido en la banda, a eso del minuto 10 Silviño le dió un hachazo por detrás cuándo iba con el balón hacia la frontal del área, la jugado siguió, pero Pedro quedó tendido en el suelo.

Después de este comienzo de partido yo pensé que no lo acabaría, gracias a Dios los goles vinieron al poco tiempo y Pedro marcó el tercero para sentenciar y sacar toda su rabia, mucha de ella por lo que os he comentado.
Para acabar, Berizzo casi le crucificó en la entrada que valió su expulsión, como para callarse encima.

Lo siento por las aficionadas del Celta, reflejo en ese momento de toda la afición celeste, unos días les toca a unos y otros a los demás.