En las oficinas de Google:

Depende de como se mire... Prefiero trabajar para vivir que vivir para trabajar.

En las oficinas de Google de Madrid, las nuevas, en una de las últimas plantas de Torre Picasso, además de unas vistas espectaculares tienen una sala de juegos, futbolín, billar, catering de libre acceso, el "armario de las chocolatinas", máquinas de refresco gratis, etc.

Eso sí, conozco a varios que curran allí y aún no se han acercado a la sala de juegos. Curran como negros. Eso es para los invitados.

Pero bueno, aunque sólo sea por el viajecito anual a Mountain View, casi que merece la pena.

Unabonado, en la reunión viste por el Sardinero a Balduino???

Estaria por otro despacho...

Veo un abonado que además de ser un maleducado, eres un faltón.

Pero no te preocupes, tu problema no tiene solución... así que se feliz my friend.

Saludos!!!!

Por eso me consta que a pesar de vuestras imperfecciones mi capacidad de comprensión es ilimitada. ¿Cómo detectar la estupidez entre la muchedumbre si sólo se tratara de una masa espesa e irremediablemente amorfa sin ningún síntoma de vida inteligente? Sería imposible. Es más no existiría.
Desde mi colina trato de convivir con este maremagnum de máquinas defectuosas que no son conscientes de su paupérrimo nivel. Esa inconsciencia les hace transitar entre la línea que separa la permanente felicidad y el conformismo uniforme, imperturbable y  desposeído de cualquier alternativa, de cualquier estímulo que pueda provocar una variante,  una revolución interior que desemboque en la percepción de sensaciones, emociones, inquietudes, en definitiva, vida plena más allá de la insulsa existencia.
Aunque me siento vulnerable, no lucho para encontrar un remedio sino al contrario, sentirme desdichado me produce el suficiente vértigo como para estar despierto  y tratar de reinventarme, de tomar como punto de partida  los instantes más amargos. Momentos que te mantendrán activo, vigilante, espectante e ilusionado pensando en la posibilidad de llegar a conseguir día a día, segundo a segundo, un soplo de felicidad suficiente para evitar la pesada losa  que conocemos como rutina.
Todos tenemos nuestro sitio, siempre fué así, por eso a pesar de todo os amo, os necesito y os aborrezco a la vez. Todo en uno.

  

Lolo, es la superpandi

La Superpandi se la han cepillado