Lo advirtieron el pasado 20 de mayo y lo han cumplido esta semana. Los jugadores de la primera plantilla del Racing ya han comenzado a enviar toda la documentación a la AFE para denunciar al Racing por los impagos que mantiene con ellos. Además, en todo momento, han contado con el visto bueno del club que les ha asesorado que lo mejor «era que denunciásemos».
En ningún caso, desde las oficinas de El Sardinero han intentado que cambien de opinión. Saben que es lo mejor para sus intereses y, también, para los de el club. Así que durante estos días, los futbolistas que no se encuentran de vacaciones fuera de Cantabria han acudido al estadio para recoger todos los papeles necesarios.
Después, uno por uno los han ido enviando a la AFE. Tienen de plazo hasta el jueves de la próxima semana, aunque siempre han recibido la recomendación de mandarlos cuanto antes. Esta campaña va a ser dura para el sindicato ante el gran volumen de denuncias que esperan recibir de todas las partes de la geografía española. Por eso, prefieren tener cuanto antes todos los papeles. Y es que deberán estudiar uno por uno para cada uno de ellos. El mecanismo es bien sencillo: a partir del 30 de junio, se creará una comisión mixta -en la que se integra la Primera y Segunda División- que es la encargada, junto con la Liga de Fútbol Profesional (LFP), de estudiar cada una de las denuncias presentadas. Aquí, es dónde se decide cuál pasa el corte y cuál no.
Por esto, los futbolistas se están dando prisa para no llegar tarde a la cita. Algunos se han personado en la entidad para recoger lo necesario. En primer lugar necesitan una fotocopia del contrato, que es donde aparecen reflejadas todas las claúsulas que estipulan el dinero que deberían haber cobrado. Después, deben enviar un escrito donde deben redactar detalladamente las deudas que el club mantengan con ellos.
Por teléfono
El Racing también ha instado a los integrantes de la plantilla a que tomen esta decisión. En algunos casos, sobre todo con aquellos que no se encuentran en Santander, les han llamado por teléfono para explicarles la situación y recomendarles que presentan las denuncias. Aunque parezca contradictorio, es la mejor manera de defender los intereses de ambas partes. Además, durante estas conversaciones también han charlado con ellos acerca de la actual situación que está viviendo la entidad. Es un compromiso que adquirieron con ellos antes de que se marcharan de vacaciones. En esas conversaciones les han explicado las tres vías de solución que tienen encima de la mesa para desbloquear la situación. La primera, que aparezca el inversor capitalista, la segunda, que el Gobierno les conceda el crédito que ya tienen negociado con Bancaja, y la tercera, de la que no quieren ni oír hablar, acogerse a la Ley Concursal.
Un mes de margen
Después de que la AFE termine de recolectar las denuncias, el Racing tiene un mes para ponerse al día con los jugadores si no quieren perder la categoría. De hecho, desde la AFE entienden que la fecha máxima para reponer el dinero es el 1 de agosto. Normalmente, según el reglamento, el plazo es el 31 de julio, pero este año ese día cae en domingo y al no ser laborable el tope se traslada al día siguiente.
La Liga de Fútbol Profesional ha comunicado a los clubes de Primera, mediante una circular, que la fecha máxima para la inscripción de los equipos en la competición será el 1 de agosto a las 15.00 horas. Así que antes de esa hora, el Racing deberá haber encontrado la solución para pagar los 2,2 millones de euros (1,7 netos) de la temporada pasada a los futbolistas de aquella campaña (algunos no militan actualmente en el equipo verdiblanco) y los casi 12 que les adeudaran a partir del 30 de junio. Esta última cifra corresponde a la liquidación de las fichas de la presente temporada.
Otros años, lo habitual era que la plantilla recibiera aceptara recibir pagarés de reconocimiento de deuda que iban cobrando a lo largo de la temporada. Sin embargo, la mala experiencia de este año, les ha obligado a cerrar la puerta a esta opción. Tampoco desde la entidad cántabra están dispuestos a ofrecérselos ya que saben que, a día de hoy, no pueden comprometerse a devolvérselos.