A las pruebas se remite, al menos ese lo que se dedujo del seguimiento de 400 hombres que fueron monitorizados durante ese período de tiempo. La mitad de ellos miró un par de tetas durante ese tiempo, cada día, y la otra mitad, no. Los primeros tenían mejor presión arterial y menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares ya que, según explican los cinéticos, la excitación sexual hace que el corazón bombeé más y aumenta la circulación de la sangre. Los resultados son aún más concluyentes, e indican que sólo haciendo esto se reduce a la mitad el riesgo de sufrir un ataque al corazón.
La doctora Weatherby se lo recomienda, especialmente, a los mayores de 40 años y compara esta actividad con la práctica de 30 minutos diarios de ejercicio en el gimnasio.