Así lo aseguró ayer el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, quien subrayó además que no se trata de una investigación con origen en su comunidad autónoma, sino en un equipo de expertos estadounidenses dirigidos por el profesor de la Universidad de Tennessee Gregory Kaplan.
La polémica sobre el origen del castellano ha enfrentado desde 2004 a los gobiernos de La Rioja y Cantabria. Este último ha proyectado en la vieja Universidad Pontificia de Comillas el Centro Internacional de Estudios del Español, apoyado por el Instituto Cervantes.
Cuna del idioma
La iniciativa no fue bien vista por el Ejecutivo riojano, ya que San Millán, por su condición de 'cuna del castellano', ha sido la referencia indiscutible a la hora de organizar actos y congresos sobre la lengua española, y cuenta con un centro también de carácter internacional, asimismo apoyado por el Cervantes.
Revilla explicó en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander que él no sabía de la existencia de ese estudio, en el que se trabaja desde hace diez años, y ha sido el propio Kaplan, al que ha conocido «hace diez días», el que le ha explicado sus investigaciones. No obstante, fue el propio Kaplan quien hace un año presentó un libro suyo en la capital cántabra, publicado por el Gobierno que preside Revilla, en el que ya se adelantaba esta tesis. Otros investigadores sostienen que el origen del español se encuentra en la localidad burgalesa de Valpuesta, justo en la frontera con Álava.
Cambio interesado
Según el profesor estadounidense, san Millán vivió durante 30 años en Valderredible, lo que indicaría que el foco primigenio del castellano se ubicaría en esa localidad limítrofe con Palencia. El traslado del culto al santo a La Rioja explicaría que el primer vestigio del castellano escrito se encontrara en tierras riojanas.
«Los lingüistas han sospechado desde hace tiempo que el español nació en el sur de Cantabria a partir del año 700. Mi libro es el primero en aportar evidencias sólidas de que la región era un auténtico centro cultural durante el siglo VIII», afirma Kaplan en la web de la Universidad de Tennessee.
Millán fue un eremita que vivió entre los años 473 y 574 y que, de acuerdo a la versión hasta ahora vigente, se retiró a la Sierra de la Demanda para excavar allí su propia cueva. Según Kaplan, dicha cueva estaría en Valderredible, si bien en esta localidad no se ha encontrado un testimonio escrito, un reto que se planteaba el profesor el pasado año para su siguiente obra, la que se publicará en el primer trimestre de 2009.
Revilla explicó que los estudios de este experto evidencian que Gonzalo de Berceo «cambió interesadamente la historia» con el traslado de los restos de San Millán, «en beneficio de lo que suponían en aquellos momentos las reliquias de los santos».