Cristiano Ronaldo es el hombre de moda en el fútbol inglés. Sus compañeros de profesión acaban de elegirlo 'Mejor de la Premier League', hace pocos días firmó un nuevo y multimillonario contrato con el Manchester United y le llueven las ofertas de firmas comerciales.

Pero según ha desvelado su madre Dolores Aveiro en una entrevista de la que se hace eco el 'Daily Record', el futbolista más deseado del momento no siempre ha vivido en un jardín de rosas... sin ir más lejos, y con sólo 22 años, ya ha visto morir a su padre víctima del alcohol y a su hermano caer en el pozo de la droga.

"Cristiano ha visto lo que la bebida y las drogas le pueden hacer a la gente que tiene cerca y eso es, en parte, lo que ha contribuido a hacer de él quien es hoy en día", explica Dolores.

"Eso explica que por que Cristiano no tiene vicios. No fuma y no bebe. Su única adicción es el fútbol", narra aliviada su madre.

Dolores cuenta que Cristiano pagó por su hermano mayor Hugo, de 32 años, un tratamiento en una clínica en Lisboa. Pero su dinero nada pudo hacer por salvar a su padre Dinis.

"Dinis bebió hasta la muerte y eso dejó destrozado a Cristiano", dice su madre que ahora tiene 52 años. "Una y otra vez Cristiano le ofreció pagarle un tratamiento a su padre pero Dinis siguió bebiendo. Era todavía joven, 52 años, cuando murió. Cristiano estuvo muy cerca de su padre siempre. Le hubiera encantado que estuviera vivo para ver el jugador que es hoy. Es muy triste", explica Dolores.

Dinis, jardinero de profesión, murió hace tan solo 17 meses y, según cuenta su madre, era un compañero inseparable para Cristiano y así fue hasta que el jugador se fue de Funchal -la capital de Madeira- a los 11 años cuando se enroló en el Sporting Lisboa, en busca de su sueño.

SU HERMANO CORRIÓ MEJOR SUERTE

"Cuando Cristiano tenía 16 años," explica Dolores, "ganaba más dinero y le pagó un tratamiento a su hermano mayor. No hay duda que su dinero ayudó a salvar a Hugo. Las cosas podrían haber ido muy diferente si Cristiano no hubiera sido futbolista".

Hugo está desenganchado de la droga hoy en día y trabaja como decorador y pintor, al tiempo que divide su tiempo entre Madeira y Manchester.