Venga, ke se ke os gusta hablar de la Guerra Civil


DESCUBIERTO EN SANTANDER

Un recuerdo de la Guerra Civil

Las obras en la Plaza del Príncipe de Santander dejan al descubierto un refugio antiaéreo del que se han localizado unos cien metros muy bien conservados



Recuperar la historia nos puede servir para comprenderla mejor. Santander llegó a tener 53 refugios antiaéreos durante la Guerra Civil española y las obras de reforma que se llevan a cabo en la Plaza del Príncipe y en la Porticada han aportado el descubrimiento de uno de ellos, según anunció ayer el alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro, que se ha mostrado dispuesto a investigar e incluso a plantearse la posibilidad de organizar visitas guiadas en el futuro.

El descubrimiento no va a impedir la continuidad de las obras y los mismos obreros que las están realizando se van e encargar del desescombro. Se quiere comprobar asimismo si las estructuras están bien, tal y como parece. Para el alcalde el hallazgo puede ser una buena oportunidad para investigar todos los refugios existentes y recuperar los que sean posibles. Se refirió a un listado que publicó EL DIARIO MONTAÑÉS el 13 de mayo de 1937, que era de 25, si bien la ciudad llegó a tener 53, más otros 4 que se ubicaban en el extrarradio y 10 de edificios particulares. En ellos se podían refugiar unas 40.000 personas, el 40% de los habitantes que tenía la ciudad durante la contienda. Piñeiro explicó como hace unos días se encontró una solera de hormigón a unos treinta centímetros de la superficie, debajo de la cual había un pequeño orificio, que se amplió para llegar a una serie de bóvedas de dos metros de altura y 1,60 de anchura. En total se han encontrado casi cien metros cuadrados.

El hallazgo se comunicó al arqueólogo municipal, Esteban Sáiz, y al historiador de la Universidad de Cantabria, Miguel Solla, que confirmaron que se trataba de una construcción de menos de 100 años. Además, se confirmó con el descubrimiento en la pared del bando municipal sobre refugios de mayo de 1937.

Este bando señala que no se podía encender fuego y que solo las personas mayores podrían llevar sillas para sentarse. Estar en silencio y no comer ni beber eran otras normas de importancia. Se indicaba además que los niños y las mujeres debían entrar los primeros y que estaba prohibido el estacionamiento en las entradas y salidas para no dificultar el acceso.

El alcalde comentó que los refugios comenzaron a realizarse por decisión del gobernador Civil, pero luego se pasó la responsabilidad al Ayuntamiento de Santander si bien el entonces alcalde Ernesto Bordenave, de Unión Republicana, no vio con buenos ojos paralizar los trabajos municipales para tal fin. Al final fue sustituido por González que realizó las obras de los refugios. Otro dado curioso es que se llegó a hacer una colecta popular para levantar los refugios y en junio del 37 se consiguieron 200.000 pesetas de las de entonces.

Los refugios santanderinos sirvieron para dar cobijo de forma provisional a 160.000 vascos que se tuvieron que trasladar tras entregar la ciudad al bando nacional. Piñeiro insistió en que el hallazgo va a servir para recuperar la historia.

Podria ser un buen lugar para q se esconda lopez caro cuando vengan mal dadas.

o para hacer botellon