Los vecinos de Cosío sufren graves deficiencias de suministro

Los vecinos de Cosío, uno de los pueblos mas bonitos y auténticos de Cantabria, se manifestaron el pasado domingo durante cuatro horas para exigir algo tan básico como un servicio eléctrico normal. Cuando el valle del Nansa, en el que se sitúa este pueblo que cuenta con cerca de un centenar de vecinos en invierno y más del doble en verano, se ha convertido en el paradigma de la imagen de la Cantabria Infinita, gracias a actuaciones tan importantes como la apertura de la Cueva de El Soplao, en Cosío tan sólo reclaman un poco de normalidad en un servicio tan básico como el del suministro eléctrico. Eso es tanto como contar con luz por la noches, con energía para que funcionen las ordeñadoras del ganado o permitir que la máquina que ayuda a respirar a un enfermo pueda cumplir su función.

Todo esto sigue siendo una utopía en Cosío. Sus vecinos, con mucha paciencia, han venido soportando esta situación a lo largo de muchos años, confiando en la buena voluntad de los responsables de la empresa suministradora y de los políticos, pero ya han decidido que no pueden aguantar más. Por ello, el domingo, con todos los permisos pertinentes, decidieron salir a protestar y lo hicieron con tantas ganas y con tantas ansias de solución que estuvieron desde las ocho de la mañana hasta las doce del mediodía. Casi todo el pueblo se concentró junto al cruce de la carretera regional CA-281. Allí estaban los niños, los ancianos y las personas que, a pesar de situaciones como ésta, siguen apostando porque vivir en Cosío, en medio de una de las zonas que más despoblamiento registra en la región, sigue siendo magnífico.

Desde allí se trasladaron hasta la vivienda de los propietarios de la empresa que les suministra la energía eléctrica, con campanos y cacerolas para dar mas fuerza a su grito de 'queremos luz'. Éste ha sido el inicio de una reclamación que ha tardado mucho en llegar, pero que les ha dado tanta fuerza que ya están seguros de no parar hasta que alguien les solucione el problema.

En la concentración hubo mensajes a través de pancartas para todos los implicados. 'Revilla, Cantabria Infinita y Cosío sin luz' le recordaban al presidente las promesas de solucionar el problema que no han tenido respuesta; 'Carlos Nicolás, muévete ya', le pedían al responsable del departamento de Industria que permite situaciones como esta; y, finalmente, 'Electra El Vendul, danos luz' reflejaba una situación atípica y nada normal.

Tan atípica y tan anormal que en la era de las megafusiones de las multinacionales eléctricas, Cosío cuenta con una empresa privada de suministro de energía que presta su servicio exclusivamente a este pueblo. Lo malo de ello es que la calidad del servicio y de las instalaciones está directamente en proporción al tamaño de dicha empresa. Y para ello no es necesario escuchar a los vecinos, tan solo hace falta darse una vuelta por el pueblo. Entre las extraordinarias casas de piedra de este pueblo, puede verse tal maraña de cables que más que un pueblo de Cantabria parece un poblado en el que no existe orden ni reglamento.

Ése, sin embargo, es un detalle meramente estético. Lo más sorprendente es ver cómo muchas veces esos cables están sujetos en árboles y en otras ocasiones se encuentran a menos de un metro del suelo con el consiguiente peligro para las personas, pero muy especialmente para los niños. «¿Qué pasa con los servicios de inspección de Industria?» se preguntan los vecinos. El peligro es tan evidente que no hace mucho un cable en el mismo centro del pueblo se desprendió cayendo sobre una oveja a la que mató. A una vecina le cayó sobre el tendal, quemándola las sábanas.

Estos son los hechos mas llamativos. Los cotidianos son la falta del suministro de luz, como el pasado miércoles, que estuvieron 15 horas sin servicio, o en la Nochebuena, que la pasaron buena parte a oscuras. Y siempre, permanentemente, padecen la falta de energía suficiente que permita utilizar aparatos tan normales como las ordeñadoras. Los descontroles de tensión provocan permanentes averías en los aparatos domésticos. De nada han servido las continuas denuncias realizadas hasta la fecha.



http://www.eldiariomontanes.es/pg060321/prensa/noticias/Region/200603/21/DMO-REG-061.html