muchas veces sierven los consejos de los aficionados:

Santander nos recibe con un sol primaveral extraño en el otoño de Cantabria. Lucas Alcaraz se adentra en la tertulia con facilidad, con la pasión del que ama el fútbol. El olor a césped de El Sardinero flota por una conversación en la que el técnico granadino se revela tolerante y humilde.




¿Cómo se consigue ser un entrenador de elite sin haber jugado en la elite?
La experiencia y la trayectoria la haces de otra forma. Los que han jugado tienen una ventaja a nivel de vestuario y a nivel de vivencias en la máxima competición. Yo por lo menos tengo la suerte de haber entrenado en todas las categorías: Primera, Segunda, Segunda B, Tercer, Regional Preferente, Liga Nacional Juveniles, Cadete, Infantiles, Alevines...

¿Se quedan en el camino futbolistas mejores de los que llegan?
El futbolista es un todo, es cierto que se quedan muchos jugadores con muy buenas condiciones, pero el futbolista es un todo y algunas veces fallan y los de mejores condiciones no se hacen los mejores futbolistas, el aspecto personal y la formación de cada uno influye.

¿Todo el que llega se lo merece?
Muchas veces discuto con ellos, cuando sale algún jugador diciendo “me siento muy mal, no me siento respetado...”, les digo que piensen en la repercusión social de sus manifestaciones cuando sale en un informativo, en qué puede pensar esa gente que lo está pasando mal, como los de Astilleros. Todo el que llega se lo merece, pero todo el que llega tiene que valorar que ha llegado. Eso de me lo merezco...

¿Los jugadores le dan consejos y los acepta?
Sí. Hay que saber depurar. A mí muchas veces me sirven el consejo de los aficionados y las opiniones de los periodistas. Hay cosas en las que puedes estar equivocado y ese dogmatismo profesional de ‘el que más sabe es el entrenador y esto es lo que hay y sigo con mi idea por llevar razón...’ Ese es un error que los entrenadores modestos no nos podemos permitir. Cualquier comentario, siempre que tengan un criterio, te puede ayudar a solucionar problemas que a ti no se te ocurría la solución.

¿Quién le marca las líneas maestras como entrenador cuando decide dedicarse a esto?
Un equipo de fútbol es un proceso de investigación que está basado en el ensayo-error. Cuantas más temporadas trabajas quizás antes solucionas el error. Yo he admirado a muchos entrenadores por trayectoria como Luis e Irureta, o con menos experiencia como Benítez, en cuanto a métodos de trabajo, o Lotina.

¿El entrenador hace al equipo o el equipo al entrenador?
El entrenador hace al equipo, pero los equipos que va teniendo el entrenador, van haciendo al entrenador. Muchas veces te pueden encasillar en un tipo de fútbol, pero conforme vas teniendo más jugadores, vas teniendo más plantilla, te vas haciendo más entrenador.

A usted se le ha acusado de jugar siempre en función del rival, ¿es así?
Prepararlo en función del rival tiene dos virtudes: una, neutralizar sus virtudes; y otra, aprovechar sus defectos. Creo que no estudiar al rival y no saber sus defectos ni sus virtudes sería una falta de profesionalidad.

¿Se adapta a los futbolistas que tiene y no es dogmático con el sistema?
Unas de las claves de un buen entrenador es plantear un sistema en el que los jugadores se encuentren cómodos.

Ha entrenado a Recreativo y Racing en Primera, ¿se ve entrenando a los galácticos?
No sé. Ahora mismo creo que estoy más preparado para lo que hago, que soy mucho más rentable en el Racing que allí. Si lo tuviera que afrontar lo haría con la máxima naturalidad, creo que no tiene que ser muy distinto en el aspecto meramente futbolístico. Pero mis aspiraciones ahora pasan por ir aprendiendo y desarrollándome como entrenador. Yo me considero un entrenador en formación, no es algo despectivo, es una cosa positiva. Un entrenador debe estar en formación permanente.

¿Qué equipos le han convencido historicamente?
Técnicamente, el ‘Dream Team’ y la Quinta del Buitre hacían cosas a una velocidad superior a la del resto de equipos y tácticamente hay un equipo que marca un antes y después en el fútbol moderno que es el Milan de Sacchi. Enseña otra forma de ocupar el campo, enseña otra forma de defender, enseña otra forma de atacar a partir del trabajo colectivo de recuperación, a partir del Milan de Sacchi todo el mundo empezó a trabajar en zona, todo el mundo empezó a adelantar la línea.

¿Y ese fue el equipo que dejó que el fútbol dejase de ser de los futbolistas?
Todo tiene sus épocas. Es cierto que hubo una época en la que el componente colectivo y táctico estaba muy por encima de todo, pero creo que esa época ya ha pasado y ahora vemos equipos que no son de arriba que tienen jugadores que salen del orden colectivo. El apartado del orden y de la calidad individual se está equilibrando.

La velocidad es vital en el fútbol, el cambio de ciclo entre Real Madrid y Barcelona pasa por ahí, ¿verdad?
El Barcelona juega a un punto más que los demás, no sólo en cuanto a velocidad física, que también la tienen, sino en cuanto a velocidad del balón. La velocidad física y la velocidad de movimiento de balón, si se conjugan en el fútbol, es lo único que no tiene defensa. Ahora el Barça está apuntando algo y, si es capaz de ratificarlo, va a tener una época buena.

Y una de las claves de su buen fútbol es que defiende teniendo el balón.

Sí y hay mucha decisión, mucha agresividad en la presión y mucha capacidad de anticipación y aparte de lo que hacen bien teniendo el balón, lo que les hace peligrosos es que son capaces de recuperar en campo contrario.

¿Qué otros ingredientes tiene el fútbol para que el mismo modelo funcione en un equipo y fracase en otro equipo?
La clave es la composición de la plantilla y la capacidad del entrenador de saber motivarlos. Yo al hacer la composición de las plantillas en el Recreativo siempre lo decía: quiero futbolistas que quieran ser, no que hayan sido.

¿Hay jugadores para equipos?
Yo creo que sí. Por eso es importante la composición de la plantilla, porque el que sabe adaptar la idea de juego que tiene a la tradición de ese equipo y a los jugadores que se firman, tienen mucho camino andado.

En el plano futbolístico, ¿hay muchas diferencias entre el sur y el norte?
Yo pienso que no. El jugador del sur es tan competitivo como el del norte, creo que era un tópico lo de que el jugador del sur era más artista, quizás sea más descarado, pero la profesionalidad es la misma.

Y usted donde está, ¿con Menotti o con Bilardo? ¿Con Clemente o con Valdano?
Eso son cuentos en los que los mayores beneficiados son los protagonistas, hay muchas etapas.


Pero, ¿prefiere ganar jugando bien... o ganar como sea?
Eso es un falso debate. Cada equipo, por sus características, elige un camino para ganar. La piedra filosofal está en que el camino sea coherente a los actores y a la tradición del club. Todo el mundo quiere ganar y el asunto es elegir el camino, si tu jugador es de jugar bien no puedes querer ganar solamente neutralizando y ese error el primero que lo he cometido soy yo.

¿La tecnología forma parte de su vida como entrenador?
Sí. Tenemos la suerte de contar con el Amisco, un programa informático que te da una serie de datos que antes no tenías. Antes te parecía que un jugador corría muchísimo y ahora no es lo mismo que la sensación. Te da la posición del equipo, los metros que ocupa en cada momento y las jugadas que son más efectivas y las que no, las posibilidades...


¿Se queda con la máquina o con las sensaciones?
Me quedo con las sensaciones, pero la máquina me dice qué sensaciones son verdad y cuáles no. Es imposible que la tecnología influya en las sensaciones. Pero, aunque el jugador tenga un nivel alto de calidad, no tiene por qué conformarse con eso, hay cosas que son mejorables.

Pero más tácticamente que técnicamente, ¿no?
No en cuanto a ejecución, pero sí en cuanto a decisión. Igual un jugador ante determinada circunstancia elige hacer un pase interior y a lo mejor hay otro tipo de soluciones. En cuanto a la ejecución, se puede perfeccionar. Cuando un equipo tiene actitud, se puede mejorar siempre.

Gente de fútbol afirma que cada temporada hay que cambiar tres o cuatro jugadores, ¿qué opina?
Sí, estoy de acuerdo, los vestuarios hay que refrescarlos por muchas cosas. Cada temporada hay que renovar los retos y eso no se hace sólo de palabra.