De las crisis han salido muchos futbolistas. Desconocidos que irrumpieron a fuerza de necesidad y se hicieron un nombre. En Santander, la palabra cantera nunca se había escuchado tanto en los últimos años. Pero Javi Martínez, el riojano que el pasado año llegó al filial, cuenta con una ventaja sobre todos los demás que en el Racing tiene mucho peso: es delantero. Stuani no podrá jugar por una sanción que arrastra del pasado año y a Ariel tardarán en recuperarlo. El chico es el siguiente si Cúper quiere poner a un nueve de verdad sobre el césped. Sólo la huelga parece capaz de retrasar su debut en Primera. Porque en la convocatoria tiene una plaza casi segura.
-Stuani sancionado y Ariel lesionado. Tirando de la lista sale su nombre...
-Sí, por posición la verdad es que no hay otro delantero centro. Yo espero que haya suerte y que tiren de mí y, a partir de ahí, hacerlo lo mejor posible cuando tenga la oportunidad. Para eso entreno todos los días y trato de mejorar. Si el míster tiene que contar conmigo para el primer partido estaré preparado.
-Usted es de los pocos que puede salir beneficiado por la situación que atraviesa el club. De las crisis han salido muchos futbolistas...
-Ahora mismo, con lo que se vivió el año pasado y lo de este año, sí que puedo salir beneficiado. Lo lógico cuando no hay dinero es tirar de los de abajo. Lo que sí me ha sorprendido es la capacidad de mis compañeros para olvidarse de todo eso a la hora de trabajar. Muy centrados y con una actitud muy profesional. Pero sí que es cierto que yo soy uno de los pocos beneficiados de todo esto.
-¿Es consciente de que puede estar ante la oportunidad de su vida?
-Yo lo que intento es no tener pajaritos en la cabeza. Claro que he pensado que es un año importante para los jóvenes por la situación que atraviesa el club. Pero debo estar tranquilo, entrenando bien y, si tiene que llegar, que llegue.
-Egoistamente, la huelga para usted es un fastidio...
-Yo veía al vestuario con ganas de empezar la Liga, pero también es cierto que al equipo le va a venir bien una o dos semanas más para recuperar a los lesionados. ¿Que a mí me beneficiaría jugar? Lo he pensado, pero tampoco le he dado muchas vueltas.
-Cumple 22 años el mes que viene. ¿Se siente capacitado para jugar en Primera División?
-No lo sé. Yo veo a mis compañeros más preparados física, mental y técnicamente. Sé cuales son mis limitaciones e intento cubrirlas con mis virtudes. No sé si estaré capacitado para jugar en Primera porque nunca he jugado ahí, pero soy consciente de que el ritmo de juego exige más que en ninguna otra parte. Por eso, ahora mismo sólo pienso en aprender. De mis compañeros, del míster, que se ve que sabe un montón, y, así, seguir formándome. Porque puede que este año alguien debute y se quede solo en eso, en un debut. Pero yo quiero vivir de esto y para eso tengo que aprender, que aún estoy muy verde.
-¿Y cuál es su tarjeta de visita?
-Un delantero muy trabajador, que trata de ser vertical. Suelo jugar más ofensivo, no soy de los que baja a recibir el balón atrás. Jugar cerca de la portería, no complicarme mucho y soltarla rápido, con un par de toques.
-¿Francamente, al final de la temporada pasada se esperaba llegar a la primera jornada con opciones de jugar en el primer equipo?
-No. Cuando recibí la llamada para entrenar con el primer equipo no me lo creía y no lo esperaba. Luego llegó la pretemporada, con algunos momentos duros por la exigencia física, pero ahora me encuentro muy bien.
-¿Y si acaba en el filial? Eso le puede pasar factura a cualquiera...
-Para nada. Yo lo que necesito es jugar partidos y en el filial tengo más posibilidades. No es un paso atrás y no le veo así.
-Ya se habrá visto a sí mismo marcando un gol en El Sardinero...
-No vas a engañar a la gente y decir que no. Sí que lo piensas. Salir al campo, meter un gol, por mucho que quieras tener los pies en el suelo, te hace ilusión pensar en todo eso. Me he visto hasta corriendo todo el campo celebrando un gol.