#1• Digo esto porque lo que le sucedió a Guardiola en el Barça, sigue sucediendo en gran parte de los clubes resultadistas de nuestra región. Hablo lógicamente de Racing, Bansander y Perines. Notify Blogger about objectionable content. What does this mean? TODO LO SÉ QUE DE LA VIDA LO HE APRENDIDO DEL FÚTBOL", ALBERT CAMUS. "UNA DERROTA CONTADA CON TODO TIPO DE DETALLES ES INDISTINGUIBLE DE UNA VICTORIA", NAPOLEÓN BONAPARTE. El Fútbol también puede ser una forma de cultura, dignifiquémoslo. domingo, noviembre 26, 2006 La huella de Pep Guardiola Comenzó a alternar el filial con el primer equipo. Debutó en diciembre de 1990 ante el Cádiz y, tras unas semanas, Cruyff, en una de sus ejemplarizantes decisiones ante los futbolistas, le dijo que le exigía más, que no estaba contento, que ese fin de semana lo degradaba al filial a jugar contra el Sabadell y que tenía que marcar un gol; el equipo ganó 4-0 y Guardiola hizo un golazo casi desde el centro del campo del Miniestadi. Jamás volvió a jugar en el B. Su impacto en el equipo fue inmediato. Con un desparpajo insultante, y digiriendo bien las cosas de Cruyff como por ejemplo tener que marcar a Butragueño en el Bernabéu (octubre de 1991, declarando tras el partido que no le había impresionado mucho el ambiente), en poco tiempo todo el juego de aquel Barcelona lleno de estrellas giraba a su son. A la gent blaugrana le hechizó su juego y por otro lado disfrutaba viendo a ese jugador, de casa, las caras, los gestos, el brillo en los ojos, notando lo que ese chaval disfrutaba al poder jugar con esa camiseta. Se notaba. Campeón de Europa en Wembley con apenas 21 años, en pocos meses se había ganado el respeto por su calidad de gente como Koeman, Laudrup, Bakero, Stoichkov, Zubizarreta...y Cruyff. Evidentemente jugar rodeado de estos cracks fue inmejorable para su desarrollo como futbolista; le arroparon, sí, pero él también les hizo mejores con sus pases. Cuatro Ligas, la Copa de Europa y decenas de grandes partidos llevan en buena medida la marca de Pep. En la tempestuosa primavera de 1996 Cruyff abandona el Barcelona, su amigo hasta entonces Charly Rexach ocupa el banquillo hasta el final de temporada. Con el club convulso, en muchos partidos Pep parece ya el segundo de Rexach, el entrenador en el campo. Como anécdota, en el último partido de esa Liga en el Camp Nou ante el Celta (el día en que la grada despidió a Jordi Cruyff con una de las mayores ovaciones que se recuerdan), Guardiola marcó un gol de falta y corrió al banquillo a agradecer a Rexach la indicación de cómo tenía que tirarla... Pep jamás renunció al estilo de juego que aprendió con Cruyff. Cuando llegaron Robson y Mourinho, fue leal con ellos, pero nunca olvidó sus orígenes. Dotó a a quel equipo, que jugaba con un doble pivote formado por él mismo y Gica Popescu, del gusto, por ejemplo, de abrir el campo con extremos...por aquella época nació su amistad con Luis Figo. Robson le dio la capitanía al rumano, pero todo el mundo sabía quien era el jefe de ese equipo. Sin los Bakero, Koeman y cía, Guardiola se convirtió en símbolo absoluto del barcelonismo. Su catalanismo y sus inquietudes culturales agrandaron aún más esa imagen. Pese a que seguramente no cumplió las expectativas que generó su llegada, con el fichaje de Louis Van Gaal Pep volvió a ilusionarse con una idea de fútbol, la del Ajax de toda la vida. Con el tiempo confesó que no se fue de Barcelona en 1996 por la llegada de su admirado Van Gaal, creador de un Ajax que en 1995 elevó al juego del fútbol a unas dimensiones difícilmente mejorables. Otras dos Ligas conquistadas. Lástima de varias lesiones de isquiotibiales que en esas temporadas le impidieron jugar todo lo que hubiera deseado. Eso sí, el capitán del FC Barcelona en el Centenari del club no fue otro que Pep Guardiola, senyera al brazo izquierdo. Como él soñó. En 2001, cansado de llevar sobre sus hombros el peso del club y molesto tras no recibir una oferta de renovación acorde a su trayectoria, Guardiola, en una rueda de prensa en solitario, sin ninguna compañia institucional, anuncia con tristeza que abandona el club de su vida tras más de quince años. Se declaró orgulloso de su pertenencia al club desde 1984, y aseguró haber disfrutado todos y cada uno de los días, "por encima de las victorias o las derrotas". Su último partido fue una semifinal copera en el Camp Nou. Nunca quiso homenajes ni aplausos, sus compañeros Sergi, Luis Enrique y Cocu casi tuvieron que obligarle para poderle sacar a hombros del campo. Con el estadio vacío ya por la noche ese mismo día, sí que pudieron verse imagénes de Pep paseando y mirando con una incipiente nostalgia su estadio, su casa, vacía y silenciosa. Oriol Tort, el profesor ya desaparecido, el creador de La Masía, el hombre que conocía mejor el fútbol base del Barça, descubrió a Guardiola. Y fue quién mejor lo definió: "Ese chico es un sabio del fútbol". Contaba Tort que le entrenó en los infantiles y se veía que era diferente. "Con los niños siempre ocurre lo mismo: todos quieren tener el balón, retenerlo, no pasarlo nunca, hacer mil y un regates. Con Pep, no sucedía eso. Desde muy pequeñito, siempre soltaba rápido la pelota, al primer toque, con mucha velocidad. Eso es dificilísimo. Siempre he considerado que es una especie a extinguir por algo: posiblemente, es el único jugador de los últimos años que no ha necesitado de corpulencia física para jugar a fútbol. Tiene una cualidad única: la mayoría ve sólo una parte del campo pero él el fútbol en cinemascope. Recuerdo que cuando se supo que Milla iba a dejar el Barça, yo le dije a Cruyff: Tenemos a un chico en el fútbol base que quizá es el mejor de todos. Y Cruyff se fue a verlo al B, y Pep no jugó; al C, y tampoco y en los juveniles, lo mismo. ¿Y este es tío tan bueno y no juega nunca?, me preguntó extrañado Cruyff. No lo alineaban en Segunda por su fragilidad física y en las demás categorías. Vamos a esperar a que crezca, a que se forme, a que esté más hecho, decían los técnicos por la misma razón. Cruyff ordenó que jugara ya tres partidos en Segunda y lo ascendió a Primera”. Ahora, mientras medita su futuro cerca de los banquillos, nos quedan sus artículos en prensa, su senbilidad hacia las raices, la mitología y la esencia del fútbol, y su figura reflejada en futbolistas como Arteta, Fábregas, Xavi e Iniesta que nos demuestran que otro fútbol es posible: esa es la huella de Pep Guardiola. posted by Daniel Cana @ 1:50 PM <$BlogBacklinkTitle$> <$BlogBacklinkSnippet$> posted by <$BlogBacklinkAuthor$> @ <$BlogBacklinkDateTime$> |
#2• José,Pep,Pepiño Guardiola fue el puto amo de la barraca,así lo hago constar en acta.Bueno,listo,guapo,lo tenía todo,menos ser cántabro. |
#3• Buen tío el Guardiola. |
#4• Gran artículo webinho. Siguiendo la pista a Guardiola: |
#5• Fue todo un hombre de palabra cuando dijo que hasta que no se demostrara su inocencia (del tema del dopaje) no volvería a jugar a fútbol y en cuanto se acabó la sanción siguió jugando al fútbol. |
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