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14:40 | El momento de gloria del deporte español

1 de 9     CAMPEONES. Alonso, Gasol y Nadal.

Por Juan Lagares, de la Redacción de Clarín.com
jlagares@claringlobal.com.ar

La realidad habla por sí sola. A nivel mundial, el deporte español domina la escena. Inclusive sobre grandes potencias como Estados Unidos y Alemania, ya en decadencia. La supremacía china que amenazó con arrasar en los últimos Juegos Olímpicos no se refleja en los campeonatos del mundo ni en la alta competencia en las disciplinas más importantes del deporte, como lo son el tenis, el básquet, el fútbol o el automovilismo. Entonces, la figura de España cada vez es más imponente.

El disparador es la contundente victoria del seleccionado de básquetbol que acaba de quedarse con el título en el Mundial de Japón. Y como plus, eliminando a la Argentina en las semifinales, que se presentaba como favorita junto con Estados Unidos y sus gigantes de la NBA. El éxito en esta área abre los ojos. Fernando Alonso destronó al alemán Michael Schumacher (7 veces campeón del mundo y destructor del récord de Juan Manuel Fangio) del escalón más alto del podio de la Fórmula 1. En la temporada pasada el asturiano se quedó con el campeonato y terminó con la hegemonía de Schumi y de Ferrari. Rafael Nadal irrumpió en el mundo del tenis siendo apenas un adolescente, tiene 20 años y ya tiene la copa de Roland Garros en su repisa, en su casa de Mallorca. Pero además, España actualmente ostenta los títulos mundiales de waterpolo, handball y motociclismo. Y domina en varias disciplinas del atletismo.

Existe, claro, la excepción que confirma la regla. La selección de fútbol fracasó en el Mundial de Alemania. Llegó como candidato, ganó todos sus compromisos de su grupo y se clasificó para los octavos de final con puntaje ideal. Pero le tocó Francia, y se quedó afuera ante el exquisito Zinedine Zidane (apadrinado en España, justamente). Aunque la decepción en el fútbol podría ser contrarrestada con la supremacía del Barcelona a nivel continental. El equipo dirigido por el holandés Frank Rijkaard se quedó con la última edición de la Champions League. Sirve para sumar, pero de sus titulares, muy pocos son españoles. Brillan Ronaldinho, Giuly, Messi, Eto'o, Rafa Márquez... pero tan sólo Carles Puyol se cubre con la bandera roja y amarilla.

Alonso se encamina a un nuevo título de Fórmula 1, el segundo consecutivo. Si no fuera por Roger Federer, Nadal sería rey con la raqueta ya que nadie lo puede mover del segundo lugar, y hasta quebró el récord de Guillermo Vilas de victorias consecutivas sobre polvo de ladrillo. Y parece que la tendencia continuará.

En los últimos Juegos Olímpicos, en Atenas, en el 2004, España finalizó en el puesto 20º del medallero con 3 oros, 11 platas y 5 bronces. Las medallas doradas las consiguieron Gervasio Deferr (gimnasia artística), Iker Martinez Xavier Fernández (yachting), y David Cal (canotaje): lo que supone que los españoles tiene grandes deportistas en varias áreas. Parecen escasas las medallas conseguidas en Grecia, pero la producción de España ha sido más que satisfactoria.

En handball (balonmano como le llaman los españoles) se quedaron el año pasado con el último Mundial por primera vez, en Túnez. En la final derrotaron a Croacia, último campeón y oro en Atenas. Es una prueba más para decir que el deporte español está en alza y que destrona dinosaurios. En motociclismo, Daniel Pedrosa (sólo tiene 21 años) se convirtió en 2003 en el segundo piloto del mundo más joven, después de Loris Capirossi, en ganar el campeonato de 125cc. Y al año siguiente obtuvo el título en 250cc. Ejemplos sobran para demostrar que el deporte español pasa por un momento de gloria.

España camisa blanca de mi esperanza... reza la famosa canción de Ana Belén y Víctor Manuel. La esperanza es realidad y presente. España domina, ¿por una cuestión de dinero? ¿de infraestructura? ¿de educación? ¿de hambre de gloria? ¿de suerte? ¿de capacidad?... Un poco de todo. Lo cierto es que es el país número uno en este momento. ¿Qué le queda a la Argentina?No se puede pedir demasiado, se compite a un altísimo nivel teniendo en cuenta la falta de recursos. ¿Qué genera para el deporte argentino? ¿Admiración?, un poco sí. ¿Bronca, impotencia?, no. ¿Envidia?, seguro. Lo que pasa es que el momento del deporte español es envidiable.