HELGUERA: “AHORA ES MÁS DIFÍCIL HACER AMIGOS,
HAY MUCHOS INTERESES”

10/05/2005.- Iván Helguera mantiene una regularidad y una brillantez evidentes en el Real Madrid, pese a lo cual en estos momentos está siendo `castigado´ por Luis Aragonés. El cántabro no conoce la suplencia en el equipo merengue, pero pese a ello no se confía y no baja la guardia. Su filosofía es la de jugar siempre y ganar siempre, algo que no pudo llevar a la práctica en Italia porque en Roma vivió el episodio más triste de su vida profesional... pero ya está olvidado.




LLUVIA. El complejo federativo de Las Rozas es inmenso, aunque el Real Madrid utiliza a diario una mínima parte: un campo, un vestuario, la sala de Prensa... y poco más. Sobre esa sala hay un piso con varios despachos que en principio no están ocupados, y en uno de ellos transcurrió esta entrevista. De la luz solar potente y casi cegadora del mediodía entrevistado y entrevistador pasaron a la oscuridad, ya que el despacho elegido tenía bajadas las persianas y fue necesaria la luz artificial. Fueron 40 minutos de diálogo rápido, con opiniones cruzadas, sólo interrumpido por un par de zumbidos del teléfono móvil del jugador y por Paco Navacerrada, del departamento de Prensa del Real Madrid, que le pidió las llaves de su coche de parte de Portillo... “¡qué pesado es este Portillo!” fue la exclamación de Iván. Cuando habla de su ciclo en el Manchego se nota que se emociona, y la charla se extendió repasando sus etapas, tras lo cual abandonamos el despacho y comprobamos que ya no había sol, llovía, todo un `palo´ para los planes de Carlos Barajas, nuestro fotógrafo.


DB. -¿Sigue siendo una persona que dice las cosas claras?

-Yo creo que sí. ¿Por qué no iba yo a hablar claro?

DB. -Porque en una recordada ocasión Florentino Pérez le multó por decir lo que pensaba...

-En esto del fútbol hay mucha tendencia a mentir, pero yo no creo que sea el único que dice las cosas claras. Yo las digo como creo que tengo que decirlas.

DB. -Ya, pero no podrá obviar que por recordar a Makelele ante la Prensa su presidente se disgustó y le pasó factura...

-Yo digo lo pienso... aunque me es difícil. Desde luego no volveré a entrar en si el equipo necesita a este o aquel jugador o si echamos de menos a alguien, pero yo sigo hablando más o menos claro.

DB. -Ya, ya... en pleno duelo por la muerte del Papa Juan Pablo II a usted le escuché que no cree en la Iglesia...

-Y así es, aunque soy creyente y tengo que reconocer que Juan Pablo II para mí era el hombre más importante que había en la tierra.

DB. -¿Y cómo es eso? Lo de “Papa sí/Iglesia no” se contradice...

-Mire, al Papa yo no le daba importancia hasta que fui con todos los compañeros a una audiencia al Vaticano.

DB. -¿Qué pasó aquel día?

-Pues que entonces entendí que era una persona diferente. No sé porqué. Él tenía algo. Yo fui allí en plan... vamos, a conocer al Papa y ya está, y volví habiendo conocido a una persona que me llamó mucho la atención. Pero sigo sin creer en la Iglesia, eso sí.

DB. -¿Qué pecado de los capitales está a la orden del día?

-La envidia. En este país hay mucha, y más en Santander.

DB. -¿Por qué lo dice?

-Porque lo noto mucho cuando voy para allá. Creo que es exagerada la envidia que hay en Santander. Yo salgo a tomar algo con mis amigos y siempre hay gente que se mete conmigo. Creo que es algo muy injusto, como lo que me pasa con los periódicos de allí.

DB. -¿Qué le pasa con el Alerta y el Diario Montañés?

-Pues que apenas salgo en ellos y es muy injusto. Esto no quiere decir que toda la gente en Santander sea así porque también hay buena gente. En cualquier caso, sigo diciendo a todo el mundo que Santander es la ciudad más bonita que hay.

DB. - Y eso que usted hace años que dejó de vivir en ella...

-Es que me tuve que ir para poder jugar al fútbol a cierto nivel.

DB. -Ya, es famosa su historia en el Real Racing Club...

-Ocho años estuve en el Racing, hasta jugué algún partido en Tercera División con el filial, pero nada, me tuve que ir.

DB. -¿Se fue o le echaron por malo?

-Me fui. Fue duro porque mi expectativa era empezar en el Racing, en mi tierra, con mi equipo, pero terminé como tantos otros chavales, con las puertas cerradas.

DB. -¿Por qué?

-Porque aunque hay muy buena cantera en Cantabria, algunos dimos con Gómez Solana, un entrenador que no ha llegado a ser nadie en esto del fútbol gracias a Dios, pero que en el pasado hizo mucho daño a muchos chavales de la cantera del Racing.

La entrevista no está completa pero vamos que nos hacemos una idea, este no se corta...

Pues me parecen opiniones muy coherentes.

Dice alguna mentira? Para uno que habla claro y dice lo que piensa... Y en algunas tiene más razón que un santo.

a mi también me parece lo mismo, me parece muy razonable todo lo que dice, y me alegro mucho de que haya gente como él que no se calle la boca.

aupa Iván helguera

Conozco a montones de personas que le critican y me parece completamente injusto. Me cae y me ha caido siempre de puta madre y creo que es uno de los mejores centrales que tiene España y quizás en Europa. Ojalá algún día pueda jugar en el Racing.... aunque claro, igual le cierran el paso Moratón y Casar, las joyas de la corona...

Pues a mi me parece muy bien todo lo que dice xq además creo que tiene razón. Es mejor que sea sincero que no un puto falso

¿En santander hay mucha envidia o son los propios santanderinos los q creen q en santander hay mucha envidia?.

Yo estoy de acuerdo absolutamente en TODO lo que dice. TODO.

Y a que viene eso de que es injusto que no salga en los periodicos de aqui???pregunto

Yo también puedo decir que en Santander hay mucho envidioso? Me vais a dar la razón, o me vais a criticar?

Pues debo ser el único al que no le parecen de recibo esas declaraciones...

Yo creo que la envidia es algo muy extendido en nuestra sociedad, sobre todo en los sitios pequeños, no es sólo cosa de los santanderinos creo yo, está por todas partes. Es normal que un tio que sale de un equipo y un barrio humilde como Helguera levante envidias entre sus vecinos de capital.

Puedo estar y estoy de acuerdo con aquellos que dicen que los cántabros (o los santanderinos mejor dicho) tienen dos caras, que están muy preocupados por causar buena imagen a los de fuera por aquello del "qué dirán" y sin embargo con sus paisanos son muy cerrados y desconfiados, siendo imposible casi entrar en su grupo, etc. etc. pero eso de la envidia en concreto no lo creo, o bueno si lo creo, pero es algo que pasa en todos los sitios...