SE RETIRA DE LA SELECCIÓN Y JUGARÁ UN AÑO MÁS EN EL CIUDAD REAL

La última temporada de Talant Duishebaev

Javier Romano. Madrid
A sus 36 años, uno de los jugadores que más huella ha dejado en la historia del balonmano, Talant Duishebaev, inicia la que será su última temporada en su club, el Ciudad Real, que parte como favorito para revalidar la Liga Asobal.

Aún se está recuperando de la luxación de hombro que sufrió en los Juegos Olímpicos de Atenas, pero Talant Duishebaev se apresta a iniciar su novena temporada en la Liga Asobal de balonmano, con la que concluirá una trayectoria pródiga en éxitos colectivos y personales. El jugador nacido en la república ex soviética de Kirguizistán y nacionalizado español en 1995 ha tomado ya las dos últimas decisiones trascendentales sobre su carrera deportiva: éste será su último año en activo y no volverá a jugar en la selección.

“Pensaba que la pasada iba a ser mi última temporada, pero cuando en marzo nos eliminaron (a su club, el Ciudad Real) en las semifinales de la Liga de Campeones decidí seguir un año”, explica Duishebaev. “Cuidándome podría continuar en activo dos o tres más, pero siempre pienso en ciclos olímpicos y hasta Pekín no llegaría en condiciones; por tanto, ni lo intento”.

Ese planteamiento conlleva su retirada también definitiva del equipo nacional, en el que debutó poco después de lograr la ciudadanía. “Yo ya he cumplido mi ciclo y no veo la razón para participar en el próximo Mundial. A partir de ahora tienen que ir jugadores con 20 ó 22 años. Lo quiero hacer público, pero hasta ahora no he sido capaz por el dolor que me causó la forma como se produjo mi despedida de la selección”.

Talant se refiere al inolvidable partido de cuartos de final del torneo olímpico en el que España cayó ante Alemania. Él se lesionó en el minuto 57 y no pudo disputar las dos prórrogas siguientes. “Es una herida abierta que nunca se curará”, confiesa. “Es lo que menos me esperaba para acabar mi carrera en la selección. Lo considero injusto”.

No lo cambiaría
Duishebaev logró los títulos olímpico (1992) y mundial (1993) con los equipos de la CEI y Rusia antes de nacionalizarse español. Con la selección ganó cinco medallas, mientras su anterior selección sumaba un segundo Mundial (1997) y otro oro olímpico (2000), amén de varias medallas más. No se arrepintió del paso dado. “En ningún momento. He sido feliz defendiendo la selección española como un ciudadano más del país que elegí para vivir. Lamento por otros que no hayamos ganado medallas en este ciclo olímpico. El haber subido al podio en Atenas hubiera sido un bonito broche”.

Los últimos actos de servicio los reserva Talant para su club, el Ciudad Real, que ha formado “un equipazo, con una plantilla equilibrada en todos los puestos. Sin duda, el mejor conjunto de club en el que he jugado, pero todo se juzgará en junio, cuando sepamos lo que hemos conseguido”. A partir de entonces, Talant iniciará otra etapa como entrenador, cometido para el que su club le ha reservado ya un puesto. “En principio está todo más o menos hablado. Yo sería el relevo de Juan de Dios, pero eso se hará oficial en su día”, adelanta. Hasta entonces, el central que se dio a conocer en España en el Mundial júnior’89 disputado en Pontevedra, “tiene que estar muy metido en su cometido”, sostiene su actual entrenador, Juan de Dios Román.