Luisito, con gesto de espía infiltrado se nos acercó y nos susurró que los Reyes Magos eran nuestros padres. No pudimos sino reir,nos reíamos de ese compañero torpe en el aprendizaje pero avezado en picardías. ¡Cómo va a ser posible! Qué cosas tiene!.

Sin embargo un día descubrimos que era verdad. A pesar de eso quisimos seguir siendo niños, queríamos seguir soñando y aunque sabíamos donde estaban los regalos, que había que trepar sobre una silla para llegar a ellos pero que en el último año yo había crecido mucho, no queríamos matar la ilusión. Era como un tesoro escondido que nosotros habiamos descubierto y que sólo exploraríamos el día elegido.

Pensamos que podía ser una bicicleta. Mi hermana dijo que era imposible, que el paquete era muy pequeño, pero yo le enseñé un anuncio de teletienda donde las bicicletas se doblaban y cabían en cualquier espacio. La convencí. Estábamos convencidos de que era una bicicleta y nuestras cuitas ahora se basaban en quien la utilizaría primero y cuanto nos duraría si nos caíamos. Ella apenas sabía montar y yo no tenía mucha experiencia.

Pasaban los días cada vez más largos pero a la vez más ilusionados. El día se aproximaba.. La noche fue eterna, daban ganas de levantarse, cogerla, empezar a corretear por el pasillo, luego envolverla y a la mañana siguiente hacerse el sorprendido, pero no, había que aguantar.
Por fin se hizo de día. Nos habíamos quedado dormidos a la vez justo antes del amanecer. Nos levantamos como sonámbulos al salón y allí estaba, inmenso,nuestro tesoro,resplandeciente y deseando ser abierto desesperadamente por esas cuatro manos ávidas de ilusión.

Efectivamente el paquete era demasiado pequeño para albergar una bicicleta.
Maldecía contra la televisión por su publicidad engañosa cuando en lugar de la ansíada bicicleta encontramos un juego de magia, la última Barbie y dos disfraces.
No eran malos los regalos pero nuestras ganar por tener la dichosa bicicleta hizo que no pudiesemos disimular nuestra tristeza. Tanto tiempo deseando, tanto tiempo soñando con ella sin nisiquera haberla visto había hecho que nada nos contentase
.
Se nos había roto la ilusión, que quizás nunca debimos tener. Como decía Luisito, nuestros padres eran pobres, y los suyos tenían hasta una casa en el campo. Otra vez, Luis tenía razón.

Nuestros padres son pobres, pero después de 94 años ahorrando creo que podemos permitirnos un lujo, aunque sólo sea el lujo de soñar. Yo personalmente reconozco que he perdido bastantes esperanzas, pero el orgullo está intacto. Hay que ir a por todas hasta el final y luego ya se mirará el resultado. Mientras tanto, a luchar como gatos panza arriba. Muy buena la metáfora, pero discrepo. Apretemos los dientes que ya queda poco, y cuando acabe, pase lo que pase, a celebrarlo.

Desde luego que este año no nos van a echar carbón.
Supporter acuérdate de los niños asturianos,alaveses,extremeños,gaditanos y demás a los que los Reyes en Navidad no les traen nada.Tú sigue portándote bien,trata bien a Balboa,nuestro Baltasar particular y a su paje Rubén,da de beber a su camello Portugal y el año que viene igual te traen una bici de carreras.
¿Un Republicano como tú cree en los Reyes Majos?

Mi ilusion no se rompe , tengo un niño de 4 años que me la renueva cada dia . Nacido en Inglaterra y mu inglés , lo unico que tiene español esque cree en " los reyes magos" y luce orgulloso sus colores aunque aqui nadie conozca a Melchor , Gaspar y Baltasar . Y sabe que algún dia sus reyes magos ganaran a todos

Decir que se nos rompió la ilusión , directamente me parece de mal racinguista.¡¡Eso no lo puede decir un abonado!!

Hombre, esta claro que no jugó en su sitio, pero aún así cumplió. Con Guti jugó mejor, pero a quien le hace falta juego cuando la fe te llega para ganar los partidos.

¡Qué gran club el Madrid, continuamente nos da lecciones de vida!

Parece la letra de una canción....
"Se nos rompió la ilusión de tanto usarla...."

Si hay que hablar en serio, yo beso cada loseta hidraúlica que pisó la Concha Piquer.